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El ministro francés de Finanzas alimenta las dudas sobre la economía de Reino Unido

Baroin asegura que actualmente "es mejor ser francés que inglés" desde un punto de vista económico

La escalada de tensiones entre Reino Unido y Francia desatada tras el reciente veto británico a la reforma del Tratado de la UE patrocinada por Nicolas Sarkozy y Angela Merkel ha vivido este viernes un nuevo capítulo después de que el ministro galo de Finanzas, Francois Baroin, haya afirmado que, desde un punto de vista económico, "es preferible actualmente ser francés que británico".

"Ciertamente, la situación económica en Gran Bretaña hoy en día es muy preocupante y en estos momentos, desde un punto de vista económico, es mejor ser francés que inglés", aseguró Baroin en una entrevista concedida a la emisora francesa Europe 1. "No queremos recibir lecciones, no las damos y no queremos recibirlas", añadió Baroin, quien días antes ya había apuntado que Reino Unido se encontraba en "una situación económica difícil", con "un nivel de déficit equivalente al de Grecia" y niveles de deuda equivalentes a los de Francia.

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Las palabras de Baroin llegan apenas un día después de que el gobernador del Banco de Francia, Christian Noyer, acusara a las agencias de rating de actuar con criterios políticos en vez de económicos y señalar que Reino Unido merecería más que Francia perder la triple A, la máxima nota crediticia. Asimismo, el responsable de la Autoridad de los Mercados Financieros de Francia, Jean-Pierre Jouyet, comentó esta misma semana que la política británica estaba al servicio de la City -centro financiero de Londres- en vez de defender los intereses del Estado.

París parece haber asumido que la pérdida de su AAA es cuestión de días, o tal vez de horas. Durante todo el día de ayer circularon informaciones que afirmaban que la indigesta Standard & Poor's iba a comunicar la rebaja de la nota que evalúa el riesgo de solvencia de la deuda soberana al caer la noche, según informa Miguel Mora desde la capital francesa.

A la espera de la tijera

Durante los últimos días, la clase política y financiera viene tratando de concienciar a la ciudadanía de que la pérdida de la triple A es inevitable aunque no supondrá daños irreparables. El domingo, Nicolas Sarkozy anticipó en privado a los dirigentes de su partido, la UMP, la inminente degradación no solo de la nota francesa sino de las de los otros cinco países europeos que mantienen la AAA, incluida Alemania. Unas horas después, afirmó en una entrevista a Le Monde que la pérdida de la triple A sería una mala noticia, pero "no insuperable", y prometió a la opinión pública que, si se produce, el Gobierno reaccionará "con sangre fría".

El cambio hacia la resignación es significativo, pues hasta ahora Sarkozy había hecho de la defensa de la triple A el nudo gordiano de su acción política doméstica e internacional. Tras aprobar dos ajustes fiscales en tres meses, su Gobierno ha descartado realizar otro más, pero Sarkozy había llegado a afirmar que, si Francia perdiera su matrícula de honor, sería imposible su reelección en abril. Ahora toca, por tanto, minimizar el impacto.

El gran problema es que parece probable que primero S&P y luego Moddy's bajen no uno sino dos escalones la deuda francesa. Esa es al menos la amenaza concreta lanzada por S&P antes de la cumbre de Bruselas, cuando colocó las notas de 15 de los 17 miembros de la zona euro bajo perspectiva negativa. Mientras tanto, la triple A de Reino Unido permanece virgen de amenazas, lo cual parece escocer especialmente a los franceses.

Las palabras de ayer de Noyer revelan, además, que las relaciones entre París y Londres se han quebrantado mucho tras la cumbre europea en la que David Cameron decidió no secundar un tratado a Veintisiete para reforzar la unión fiscal, tras toparse con la negativa de la canciller alemana, Angela Merkel, de Sarkozy y los demás líderes a aceptar sus "modestas y razonables" condiciones para preservar la desregulación financiera en Reino Unido.

Las heridas no se han cerrado, y según reveló el diario satírico Le Canard Enchaîné, el presidente francés ha dicho en privado que el hecho de que ningún país europeo apoyara las salvaguardias invocadas por Londres supone "un revés político inapelable" para Cameron.

Ataques a Cameron desde París

Al atacar a Londres, Noyer sabía bien que, durante el tradicional desayuno de la mayoría conservadora de los martes, Sarkozy volvió a atacar al premier, a quien acusó de haberse comportado en Bruselas "como un niño testarudo, con una sola obsesión: proteger a la City, que quiere seguir actuando como un paraíso fiscal".

Desde el lado británico, un funcionario del Tesoro de Reino Unido rechazó vehementemente estos ataques al señalar que "los mercados claramente no parecen compartir la opinión de Noyer".

Por otro lado, el ministro francés de Finanzas ha descartado que el Gobierno galo prepare un nuevo plan de austeridad, que supondría el tercer programa de ajustes, para lograr cumplir los objetivos de déficit establecidos. "No hay duda, Francia no lo necesita, tenemos una estrategia de la que no vamos a desviarnos", dijo Baroin después de que el instituto de estadística francés, Insee, advirtiera este jueves de que Francia puede recaer en recesión tras sufrir una contracción en el último trimestre de 2011 y el primero de 2012. El Ejecutivo francés pretende recortar el déficit presupuestario hasta el 5,7% del PIB en 2011 y hasta el el 4,5% en 2012, para reducirlo al 3% al año siguiente.

El primer ministro francés, François Fillon (d), y el ministro de Presupuestos, François Baroin (i), abandonan El Elíseo tras la reunión semanal del gabinete de Gobierno, hoy en París
El primer ministro francés, François Fillon (d), y el ministro de Presupuestos, François Baroin (i), abandonan El Elíseo tras la reunión semanal del gabinete de Gobierno, hoy en ParísEFE

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