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El deterioro del mercado laboral

La ocupación solo sube entre las mujeres mayores de 30 años

Los hogares con todos sus miembros sin empleo vuelven a subir y los parados de larga duración pasan de los dos millones 14 años después

El persistente deterioro del empleo a lo largo de los últimos tres años se ha cebado principalmente entre los jóvenes y los mayores de 45 años. Mientras, en el lado contrario, las mujeres han aumentado su incorporación al mercado laboral y han resistido mejor el batacazo económico. Así, frente al descenso en el número de hombres con trabajo en 166.000 personas, un 1.60% intertrimestral menos, la ocupación entre las mujeres vuelve a aumentar por segundo trimestre consecutivo en 27.900 trabajadoras, un 0.34%, lo que ha permitido enjugar en parte la destrucción de empleo del tercer trimestre del año.

La caída de España en la recesión aceleró la tendencia de la entrada de la mujer en el mercado laboral que se viene registrando en las últimas décadas. La razón, que la pérdida de puestos de trabajo durante los últimos tres años se ha centrado en los hombres, muchos de ellos, cabeza de familia, lo que ha llevado a las mujeres a ponerse a buscar trabajo. Según se desprende de los datos de la Encuesta de Población Activa publicada hoy por el INE, el número de mujeres que ha entrado en el mercado laboral ha vuelto a subir en 84.700 entre octubre y diciembre de 2010 hasta un total de 10,3 millones, un 11,7% o un millón más que en 2007. En el mismo tiempo, los hombres que se han puesto a buscar trabajo han sido unos 100.000, un 0,7% más. Si reducimos la comparación solo a 2010, el resultado es más relevador, ya que solo aumenta la población activa entre las mujeres, en su mayor parte mayores de 45 años.

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Sin embargo, no todas han logrado encontrar un trabajo, ya que el desempleo también aumenta entre las mujeres. De hecho, ante el mayor número de ellas que se han puesto a buscar un empleo, principalmente mayores de 35 años y casadas, para paliar la falta de ingresos por la falta de trabajo en el resto de los miembros de sus familias, el paro entre las mujeres aumenta en el último año más que entre los hombres -un 2,7% frente a un 2,6%-.

En cuanto al perfil de las mujeres que sí han encontrado un empleo en el cuarto trimestre de 2010, solo aumenta la ocupación entre las mayores de 30 años. Por su ocupación, la mayoría de mujeres que han logrado un puesto de trabajo es en la categoría de técnicas profesionales; mientras baja el de servicios, restauración o el colectivo de no cualificadas por la restricción de los contratos en el turismo.

Para el catedrático de la Universidad de Valencia Javier Andrés, es destacable que, a lo largo que avanza la crisis, se van equiparando las tasas de empleo, paro y actividad entre ambos sexos. Según sostiene, los datos apuntan a que las mujeres son más fáciles de contratar en el actual modelo laboral.

Además, fuera ya de la división por sexos y vinculado a la falta de oportunidades de los menores de 25 y de los mayores de 45, se ha agravado la situación de los dos colectivos más desfavorecidos ante la crisis y que tienen un mayor impacto en el aumento de la pobreza de las familias españolas: los parados de larga duración y los hogares que tienen a todos sus miembros en disposición de trabajar sin empleo.

Por lo que respecta a los primeros, las personas que llevan más de un año buscando un trabajo sin encontrarlo ha vuelto a superar, 14 años después, la frontera psicológica de los dos millones a cierre de 2010, según los datos de la EPA que ha publicado hoy el INE. En este apartado, además, se da la circunstancia de que baja el peso de las desempleadas entre el paro de larga duración. Si en el tercer trimestre había tres mujeres por cada cinco personas que entraban en este apartado (57%), a cierre de 2010 había aproximadamente una mujer por cada hombre con más de un año en el paro (50%).

En opinión de Javier Andrés, el hecho de que la mitad de los parados que hay en España lleven más de dos años sin ponerse a trabajar crea un grave problema de futuro, "ya que una vez desenganchado cuesta mucho volver". "Son vistos con recelo" por parte de las empresas a la hora de contratar", algo que se prolongará también cuando la economía se recupere, ha añadido.

En el segundo caso, el número de hogares con todos sus miembros en condiciones de trabajar pero sin empleo ha vuelto a subir en el último tramo del pasado año tras el alivio del trimestre anterior, cuando bajó por primera vez desde el inicio de la crisis en 2007. En concreto, los núcleos familiares en esta situación ha aumentado en 35.600 familias, un 2,7% más, frente a septiembre. Con respecto a finales de 2009, el avance ha sido del 8,85% o 107.900 hogares más.

Tras este nuevo incremento, las familias sin nadie trabajando aumentan hasta el 10% del total de hogares con al menos uno de sus miembros en condiciones de trabajar, dos puntos porcentuales y medio más que en el tercer trimestre. Frente al total de familias, el porcentaje baja al 8%. Por el contrario, el número de hogares en los que todos sus activos están ocupados desciende en 39.400, hasta 9.220.700.

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