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Los riesgos para la recuperación

El petróleo vuelve a los 100 dólares

El precio de los crudos de alta calidad en Asia y Australia supera otra vez un umbral que solo traspasó en la burbuja de 2008 - El barril de 'brent' se queda a las puertas

Alejandro Bolaños

Tapis y Thevenard tuvieron un protagonismo efímero en el episodio piloto de la historia económica más impactante en medio siglo. Tapis, malasio, y Thevenard, australiano, son los nombres artísticos de los petróleos de alta calidad que sirven de referencia en los mercados orientales. En noviembre de 2007 se vendieron por primera vez a más de 100 dólares por barril, un anticipo de lo que ocurriría poco después con los petróleos que determinan transacciones multimillonarias en los mercados de futuros de EE UU (el west Texas) y Europa (el brent). Tres años después, la pareja sale a escena con la misma frase: acaban de traspasar otra vez el umbral que les dio fama al superar los 104 dólares por barril.

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"El petróleo a 100 dólares está aquí de nuevo", concluyen los expertos de energía de Barclays Capital. "Los contratos al contado con una docena de crudos de alta calidad del mar del Norte, Asia y Australia han despejado muy pronto la incógnita de si ese nivel se alcanzaría este año", añade el banco de inversión en una nota de análisis difundida ayer.

El Tapis y el Thevenard son petróleos ligeros, con bajo contenido en azufre, y de más rápida y fácil transformación en gasolina. Eso y su localización geográfica hace que sean muy requeridos por los países emergentes asiáticos, como China e India, que tienen una capacidad de refino limitada. Esa fuerte demanda hace que estos crudos de alta calidad se sitúen siempre entre los más caros. Y explica que, en 2007, como ahora, precedan en la escalada de precios a otros crudos con mayor volumen de negociación.

Esta vez, el brent, el crudo del mar del Norte usado como referencia en buena parte de los contratos de futuros que guían el intercambio de oro negro, sigue de cerca a los crudos de alta gama. Su cotización rondó ayer los 99 dólares por barril (73 euros), tras subir un 17% en apenas tres meses. El west Texas, que impera en los contratos de futuros americanos, anda algo más rezagado, en los 92 dólares. Un desfase que los expertos achacan al exceso de almacenamiento de crudo en las instalaciones de Cushing (Oklahoma, EE UU), cuya capacidad de oferta es determinante en estos contratos de futuros.

El guión de la economía mundial reserva, tres años después, el mismo papel a los petróleos Tapis y Thevenard. Fatih Bariol, economista jefe de la Agencia Internacional de la Energía, cree que lo que viene después también será muy parecido. "La historia se repite. En 2010 sonaron las primeras alarmas y este año el nivel de precios nos llevará al mismo tipo de crisis financiera que vimos en 2008", advirtió en un comunicado hace una semana. Una llamada de atención a la que se sumó la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO) al publicar que el índice de alimentos de primera necesidad batía récords.

La burbuja en los mercados de futuros de las materias primas en 2008 evidenció un exceso de crédito en los mercados financieros, que abarataba las apuestas de alto riesgo. En verano de aquel año, la escalada de los precios de las materias primas alcanzó su cima (el brent llegó a los 145 dólares por barril). Unos pocos meses después, la quiebra de Lehman Brothers reveló que el endeudamiento para financiar apuestas de alto riesgo era un mal extendido a buena parte del sector financiero. Y la debacle de la banca alumbró la Gran Recesión que ha asolado a las economías avanzadas durante dos años.

"A una escala diferente, el mercado del petróleo está mimetizando lo que ocurrió en 2008", apunta Mariano Marzo, catedrático de Recursos Energéticos de la Universidad de Barcelona. La diferencia, añade, es que, "salvo que se produzca otra recaída de la economía mundial, ese nivel de precios viene esta vez para quedarse".

El cambio en el mercado del petróleo es radical. En 1999, hace poco más de una década, el crudo se cotizaba a 10 dólares por barril. Y un editorial de The Economist, el reputado semanario económico, mantenía que había "razones sólidas" para que bajara hasta los cinco dólares. Los expertos coinciden en que la irrupción de las economías emergentes, con China e India a la cabeza, y la conversión de las materias primas en productos financieros, con la extensión de los contratos de futuros, son las claves de esta transformación.

"El petróleo se ha convertido en un valor muy atractivo para los inversores, con una corriente de fondo que señala precios más elevados a medio plazo", sintetiza el catedrático Marzo, quien cree además que esa corriente se retroalimenta: "Algunos países emergentes y productores de petróleo concentran la liquidez mundial y, a través de fondos de inversión, vuelven a colocar el dinero en el mercado de las materias primas".

La cuestión es si el techo de los 150 dólares que se rozó en 2008 se romperá ahora. "No creo que eso pueda ocurrir este año, pero que la recuperación siga en curso muestra que el impacto de un petróleo caro no es tan grave como en otras épocas", acota Arturo Rojas, de Analistas Financieros Internacionales.

La Agencia Internacional de la Energía sí cree que el repunte del petróleo "es una amenaza para la recuperación" y estima que el último año restó un 0,5% al PIB de los países ricos. Claro que, como otras veces, el mensaje de la Agencia tiene por objeto ablandar a la OPEP, el cartel de países exportadores. La OPEP, y singularmente Arabia Saudí, pueden aumentar la oferta de forma rápida y contener así los precios. Pero, hasta ahora, ha optado por mantener el recorte de producción en 4,2 millones de barriles diarios que adoptó a finales de 2008. El recorte no se sigue a rajatabla pero es una señal nítida al mercado de que esa intervención está descartada por ahora. El mensaje de la Agencia cae en saco roto. "No habrá una reunión extraordinaria de la OPEP", replicaron a coro esta semana los ministros de Petróleo de Irán y Kuwait.

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