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La presión de los inversores obliga a Italia a pagar el precio más alto por su deuda en 11 años

La prima italiana reduce a la mínima la distancia con la española por el fuerte castigo a sus bonos

Italia llegó con cierto retraso al grupo de cola de la crisis del euro que componen los países de la perifería europea: España y los ya rescatados Grecia (mayo de 2010), Irlanda (noviembre de 2010) y Portugal (abril de 2011). Pero el severo castigo que los inversores están infligiendo a la deuda italiana amenaza con arrastrar al país transalpino, que hoy se ha visto obligado a abonar el precio más alto por sus bonos a 10 años desde 2000, a una situación más peligrosa que la española. Esta hipótesis, que ya estaba contemplada por los analistas desde hace unas semanas ante las dudas sobre los planes de reducción del déficit de Italia y la pereza gubernamental con la que afronta el proceso de reformas por el que también están pasando el resto de Estados bajo sospecha, queda patente en la evolución de sus respectivas primas de riesgo.

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En concreto, la distancia entre la prima de Italia, que es el sobreprecio exigido en el mercado secundario a los bonos italianos a 10 años frente a los alemanes, de referencia, y la española ha marcado hoy su valor más pequeño desde el desbordamiento de los problemas de Grecia. Italia, que tradicionalmente ha tenido una prima o riesgo país más alta que la española vio como era superada por España en mayo del pasado año por el estallido de la crisis. La situación se mantiene hasta hoy, aunque nunca a lo largo de este periodo se habían acercado tanto. A media mañana, la prima italiana se movía sobre los 331 puntos básicos mientras la española cotizaba en torno a los 344, lo que arroja una leve diferencia de apenas 13 puntos básicos. Ayer también sufrieron una evolución similar, ya que mientras el mayor acoso a Italia se tradujo en un repunte de su prima de 22 puntos básicos, la de España aumentó en 11.

España e Italia están considerados como las próximas posibles víctimas de las turbulencias, aunque no necesariamente por este orden, a causa de la extensión de las dudas derivadas de la crisis griega y, en las últimas jornadas, por el incremento de la incertidumbre motivada por los problemas sobre el techo de deuda en EE UU. Independientemente de cuál de las dos pueda caer primero, dado que son economías mucho más grandes y con mayor peso que las del resto de los periféricos, su rescate pondría en riesgo al conjunto de la Unión Monetaria.

El acoso de los inversores, además, hoy ha quedado patente en una emisión de deuda soberana a tres y 10 años. En este último caso, la rentabilidad exigida por los inversores en el mercado primario, donde se realizan las subastas de los títulos que luego se negocian libremente en el secundario, ha ascendido al 5,77%, la más alta desde febrero de 2000. La rentabilidad del bono a tres años, por su parte, aumentó al 4,80%, un nivel desconocido desde julio de 2008. En total, Italia ha colocado 7.970 millones frente a un objetivo de 5.500 millones a 8.500 millones de euros.

Asimismo, ya ni siquiera hacen efecto los rumores de intervención del BCE. Así, si en otras ocasiones la mera insinuación de que el instituto emisor estaba sacando la chequera para comprar bonos de los países con problemas en el mercado secundario ayudaba a aliviar el correctivo, hoy este hecho no ha tenido apenas impacto en los mercados, ya que a media sesión solo lograba bajar la prima de Irlanda. A ello quizás ha contribuido el hecho de que en los últimos meses ninguno de estos avisos ha sido cierto.

En la renta variable, la persistencia de la incertidumbre está provocando caídas en las principales Bolsas europeas por cuarto día consecutivo a la hora de comer. También en este caso la peor parada de la sesión entre los periféricos está siendo Italia ya que su principal índice bursátil, el FTSE MIB de Milán caía más de un 1% mientras el español Ibex 35 se dejaba un 0,7%. No obstante, hoy los recortes están siendo todavía más pronunciados en Fráncfort (1,4%) o París (1,10%), mientras Londres se dejaba a la misma hora un 0,45%. En los mercados de divisas, el euro seguía perdiendo posiciones frente al euro y descendía a 1,42 unidades del billete verde. "Ha habido compras en reacción a algunos resultados, pero el tono está marcado por otras cuestiones, fundamentalmente la deuda", ha resumido a Reuters un operador.

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