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La prima de riesgo toca máximos y encarece la refinanciación del Tesoro

Salgado asegura que el impuesto a las rentas altas durará "unos pocos años"

"Ya no tengo pesadillas", declaró ayer la vicepresidenta Elena Salgado en una entrevista a Bloomberg. "En mis peores pesadillas tenía miedo de que no fuéramos capaces de poner en marcha un mecanismo de estabilización, pero ahora ya lo tenemos", dijo en relación con el bazuca de 750.000 millones con el que se ha dotado la Unión Europea para salvar el euro y socorrer a cualquier país con dificultades. Aun con esa arma de disuasión, los problemas no desaparecen: la prima de riesgo de España (el diferencial entre el bono a 10 años español y el alemán, considerado el más seguro) escaló ayer hasta niveles máximos desde la creación del euro. La crisis fiscal europea está pasando factura también a la moneda única, que bajó hasta su nivel mínimo en cuatro años y llegó a caer por debajo de los 1,22 dólares por unidad en algún momento de la jornada.

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La rebaja de la nota de solvencia de Fitch a la economía española -el pasado viernes- ha dejado una larga resaca. El Tesoro paga ya el 4,3% por su deuda decenal, prácticamente lo mismo que en la semana anterior a la aprobación de ese paquete de rescate, en la que el euro estuvo al borde de la catástrofe. Con un agravante: ese progresivo encarecimiento, que obedece a las dudas que despierta la economía española entre los inversores, llega cuando se acerca el examen decisivo para España sobre su credibilidad en los mercados. En julio vencen casi 25.000 millones de deuda española; en ese momento el Estado deberá refinanciar las cantidades que en su momento le prestaron los inversores, y si sigue la subida, a un precio muy superior al que el Tesoro pagó en su día. No es previsible que haya problemas para colocar la deuda, pero es probable que el coste sea elevado.

Salgado se enfrenta a un doble obstáculo. En clave externa, debe ganarse la confianza de los mercados tras haber salvado in extremis la votación en el Congreso sobre el plan de recortes: la próxima piedra de toque serán los Presupuestos y tampoco ahí el desenlace es claro. "Creo que seremos capaces de preparar un Presupuesto que nos permita encontrar alianzas", dijo a la agencia neoyorquina. En clave interna, tras el tijeretazo que ha golpeado a funcionarios y pensionistas, Economía se enfrenta al reto de equilibrar esas medidas con un impuesto para las rentas altas y una reforma laboral que no encienda la mecha de una huelga general.

En ambos flancos las cosas no son fáciles. Sobre el impuesto a los ricos, Salgado asegura que durará lo que dure la crisis, "unos pocos años". Y en cuanto a la reforma laboral, explica que debe combatir la dualidad entre fijos y temporales y aportar "mayor flexibilidad interna" tanto a los trabajadores como a las empresas para rebajar una tasa de paro que supera el 20%, y que se va más allá del 40% entre los jóvenes.

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