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La primera emisión de deuda griega desde el rescate da aire a los mercados

Moody's rebaja dos escalones la nota que da a Portugal por su bajo crecimiento

Por primera vez desde que la Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo se comprometieran en mayo al rescate conjunto de cualquier país-socio que lo necesitara, Grecia emitió ayer deuda en condiciones de mercado, es decir, de aparente normalidad. El éxito de la subasta inyectó optimismo en esos mismos mercados a los que Atenas solicitó financiación: las Bolsas europeas cerraron con subidas que rondaron el 2% y la prima de riesgo de la mayoría de países se relajó. La Bolsa de Atenas ganó el 3,1%.

La emisión griega se puede calificar de éxito por un doble motivo: porque la demanda superó las expectativas, y porque el tipo medio al que se cerró, del 4,65%, es inferior al 5% que ofrecía Europa en su plan de rescate. La idea que la jornada deja en el aire es que la confianza en Grecia de los bancos comienza a abandonar el terreno glaciar. "Es un síntoma esperanzador que Grecia puede financiarse a corto plazo", señala un analista a la agencia Bloomberg. "Se trata de un paso en la dirección adecuada, pero es demasiado pronto para decir que la situación ha cambiado en la zona euro. Los inversores aún están pendientes de ver cómo se ponen en marcha las medidas de austeridad", añade.

Trichet critica el "oligopolio mundial" de las tres agencias de calificación

Atenas obtuvo 1.625 millones de euros en una emisión de letras del Tesoro a seis meses, lo que superó la meta fijada en principio por el Gobierno de Yorgos Papandreu, de 1.250 millones. Más de diez bancos extranjeros participaron en esta operación, que recibió ofertas por 4.546 millones. La última subasta similar se realizó el pasado 13 de abril. El Tesoro helénico puso a la venta entonces títulos de seis meses, con la idea de obtener 600 millones de euros, y consiguió 780 con un tipo de interés del 4,55% y una oferta de 4.602 millones.

Las buenas noticias que salían del país europeo con una situación económica más delicada no se contagiaron al siguiente en la lista de socios problemáticos: Portugal. Moody's cumplió ayer la amenaza que hizo dos meses atrás. Rebajó la nota de la deuda que se emite desde Lisboa. Pero además pegó una estocada más honda de lo previsto. Porque se esperaba que la agencia de calificación degradara a Portugal, pero no que lo hiciera en dos escalones. La deuda lusa pasa de Aa2 a A1, con lo que pierde una clasificación "alta" para caer en la zona que se considera simplemente como "buena".

La agencia justifica su decisión en que "la fortaleza financiera del Gobierno portugués continuará debilitándose a medio plazo". Además, Moody's considera que las perspectivas de crecimiento de la economía "probablemente seguirán siendo débiles, a no ser que las recientes reformas estructurales tengan efecto a medio y largo plazo".

El Gobierno de José Sócrates, sin embargo, prefiere ver el lado positivo de la nota de Moody's. El que la agencia califique sus perspectivas hacia Portugal de "estables", supone para el Ministerio de Finanzas luso "una señal de confianza" a los planes gubernamentales. La decisión de rebajar la calidad de la deuda "ya era esperada", señaló el ministerio.

Con este golpe, ya solo una de las tres grandes agencias -Fitch- coloca aún a Portugal en la liga de países con una deuda de alta calidad. Standard & Poor's y Moody's han rebajado la calificación a buena.

Estas agencias han recibido muchas críticas por no haber valorado adecuadamente la situación de muchas empresas, como Lehman Brothers antes de quebrar en agosto de 2008. Ayer se unió a estos reproches el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, quien en una entrevista con el diario francés Libération cargó contra el "oligopolio mundial" de las tres agencias de calificación, que amplifican los movimientos del mercado, tanto al alza como a la baja, algo que "va contra la estabilidad financiera".

Hace dos semanas que Moody's -la única de las grandes que aún da a España la máxima nota- avisó de que se estaba replanteando mantener la triple A española. Y que en los tres meses siguientes decidiría si le rebaja uno o dos escalones. Por cierto, esta agencia de rating anunció entonces que podría degradar a Grecia hasta el siguiente escalón: de la zona "buena" a la satisfactoria. Moody's aún no ha cumplido su amenaza.

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