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Crisis inmobiliaria y financiera

Los promotores reniegan de su anuncio sobre la caída en el precio de los pisos

Los autores de la previsión de rebajas del 8% tratan de minimizar su repercusión

Luis Doncel

Con el café del desayuno todavía caliente, y a la vista de los titulares en los que ellos mismos avisaban de que el precio de los pisos bajará este año un 8%, los promotores trataron de evitar los daños del incendio iniciado con un estudio que lleva su firma. Así, el presidente de Asprima, la patronal de los promotores madrileños, envió ayer un comunicado a los medios en el que "puntualizaba" algunas de las cosas que los periódicos habían publicado el viernes.

Firman la nota los máximos responsables de los dos organismos que codirigieron el estudio que tantas ampollas ha levantado: el presidente de Asprima, José Manuel Galindo, y el consejero delegado de Analistas Financieros Internacionales, Ángel Berges. Y en ella aseguran que el gráfico que contenía la bajada de precios del 8% para 2008 no era una "previsión del comportamiento real del precio de la vivienda, sino un ejercicio teórico".

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Con este ejercicio, dicen los empresarios, trataban de estimar el escenario de precios necesario para que el esfuerzo familiar a la hora de pagar una vivienda se reduzca hasta 33%. "Umbral considerado como razonable", añaden.

El problema es que el 8% del que ahora reniegan los promotores no aparece en el estudio sólo en un gráfico, sino en frases tan contundentes como ésta: "Es previsible que la disminución del precio ya se esté produciendo. [...] Ello haría visible la disminución del precio que estimamos que, a lo largo de 2008, podría situarse en el 8%. En 2009 y 2010 las reducciones serían ya considerablemente menores, situándose cerca del 4% y el 2%, respectivamente".

Los constructores dicen que con el 8% famoso se referían al porcentaje al que deben abaratarse los precios para que el esfuerzo que hacen las familias en el pago de su casa se reduzca a cotas más razonables. Pero de la lectura del documento elaborado por su servicio de estudios se deduce otra cosa. Como que para alcanzar ese punto de "equilibrio", en el que los hogares se dejen sólo un tercio de sus ingresos en la hipoteca, los precios no deberían bajar un 8%, sino un 20% si el descenso tiene lugar en un solo año. O un 15% si la caída se produce en un periodo más largo.

Galindo, en conversación con este periódico, insistió en que en ningún momento Asprima pretendió hacer una previsión de la evolución de los precios. Entre otras cosas, aseguraba, "porque en estos momentos de cambio de coyuntura sería temerario adivinar qué va a pasar".

Con este episodio, los empresarios del ladrillo pasan de negar categóricamente cualquier posibilidad de que los pisos puedan perder valor a reconocerlo... aunque al darse cuenta de los efectos que ello podría tener hayan intentado dar marcha atrás. Durante todo el jueves pasado, día en el que hicieron público su estudio, las periódicos online, las agencias y los telediarios no cesaron de repetir que los promotores preveían una caída del 8%. Y no fue hasta la mañana de ayer cuando se decidieron a enviar la "puntualización".

"Bajadas puntuales"

Antes, servicios de estudios tan poco sospechosos de catastrofistas como los del BBVA, el Deutsche Bank o Standard & Poor's ya habían hablado abiertamente de que en los próximos años los pisos perderán valor por primera vez en 15 años. Los promotores niegan esta posibilidad, o al menos que las caídas vayan a afectar a la vivienda de nueva construcción en el mercado libre. Es decir, aquella que ellos tratan desesperadamente de vender en un momento en el que los españoles compran un 27% menos de lo que hacían hace un año.

Y es que, la negación de cualquier posibilidad de precios a la baja se ha convertido en la piedra angular de un sector que no para de recibir malas noticias. Porque, ¿quién va a comprar una casa si cree que puede esperar unos meses para beneficiarse de los malos momentos del ladrillo?

Los promotores dicen ahora que "salvo decisiones puntuales tomadas por las empresas para afrontar el momento actual, el precio de la vivienda libre de nueva construcción es rígido a la baja en términos generales". Lo malo es que cada vez hay más empresas tomando "decisiones puntuales".

El presidente de los promotores, José Manuel Galindo, con la ministra de Vivienda en funciones, Carme Chacón.
El presidente de los promotores, José Manuel Galindo, con la ministra de Vivienda en funciones, Carme Chacón.EFE

Lo que decían el jueves ...

- Caídas de precios en 2008... "Es previsible que el ajuste de los precios pueda acercarse en 2008 a caídas del entorno del 8%. Esto acelerará el ajuste de la carga financiera hacia una senda más sostenible". "Estimamos que [la disminución de precio] a lo largo de 2008 podría situarse en el 8%".- ... y también en 2009 y 2010. "En 2009 y 2010 las bajadas serían menores, del 4% y del 2% respectivamente"- Ajuste brusco. "El equilibrio sería que la cuota hipotecaria suponga el 33% de la renta del hogar. Para ello, sería necesario un ajuste de los precios del 20% en un único año, o del 15% en un periodo más largo".

... y lo que dicen ahora

- Ejercicio teórico. "El gráfico que recoge la bajada del 8% no era una previsión de comportamiento de los precios, sino un ejercicio teórico para estimar cuál sería el escenario al que habría que llegar para mantener el esfuerzo familiar de acceso a la compra de vivienda en el 33%, umbral considerado razonable".- Precios rígidos. "Excepto decisiones puntuales de las empresas, el precio de la vivienda libre de nueva construcción es rígido a la baja en términos generales".- La 'verdadera' noticia. "La conclusión más novedosa del trabajo es el análisis de solvencia del sector inmobiliario en su conjunto".

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Sobre la firma

Luis Doncel
Es jefe de sección de Internacional. Antes fue jefe de sección de Economía y corresponsal en Berlín y Bruselas. Desde 2007 ha cubierto la crisis inmobiliaria y del euro, el rescate a España y los efectos en Alemania de la crisis migratoria de 2015, además de eventos internacionales como tres elecciones alemanas o reuniones del FMI y el BCE.

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