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Las restricciones argentinas a la importación preocupan en la Unión Europea

El nuevo embajador jefe de la delegación de la Unión Europea, Alfonso Díez Torres, afirma que "comprende que Argentina quiera corregir el rumbo de su balanza comercial", pero quiere asegurarse de que las restricciones impuestas son una medida "coyuntural"

La Unión Europea "comprende que Argentina quiera corregir el rumbo de su balanza comercial para alcanzar un mayor equilibrio", pero quiere asegurarse de que las restricciones impuestas en las últimas semanas a la importación de determinados productos constituyen una medida coyuntural y que se aplican de forma neutral y equitativa, según explicó el nuevo embajador jefe de la delegación de la Unión Europea, Alfonso Díez Torres.

El diplomático, español pero miembro del recién creado Servicio Exterior de la UE, presentó ayer en Buenos Aires las características y funciones de esa nueva embajada europea y reiteró la importancia de que prosigan las negociaciones para un acuerdo con Mercosur, que pondría en contacto dos mercados de 500 y 300 millones de habitantes, respectivamente, y supondría el acuerdo regional más importante firmado en la historia de la UE.

El embajador europeo estudia la idoneidad de las medidas restrictivas

Las conversaciones experimentaron un avance a finales de 2010, gracias al esfuerzo conjunto de España y Argentina, afirmó, pero ahora todo está pendiente del llamado "intercambio de ofertas" que no se producirá antes de mayo-junio y que supondrá entrar en la auténtica fase de negociación. Aunque el objetivo inicial era terminar el acuerdo en 2011, el embajador europeo consideró "muy difícil" respetar ese calendario.

La negociación con Mercosur (organización regional que integran, de momento, Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay y que cumplirá 20 años el próximo 26 de marzo) plantea grandes dificultades por los dos lados. El Parlamento Europeo, por ejemplo, aprobó hace pocos días un documento en el que se pide a la Comisión que "evite concesiones perjudiciales para los agricultores europeos" y "manifiesta su profunda preocupación" por la política que está aplicando Argentina de limitar las importaciones de productos que compiten con la producción nacional". El déficit comercial de la UE con Mercosur se ha duplicado desde 2000.

La mayor inquietud por la política de licencias no automáticas implantada por el gobierno argentino es la que existe en Brasil y Uruguay, sus socios y vecinos, que se sienten muy afectados. Las presiones brasileñas consiguieron que el ministerio de Industria argentino modificara ayer mismo la lista de productos a los que se aplica ese sistema de licencias no automáticas, a fin de no perjudicar la importación de material automotor procedente de Brasil, necesario para las plantas de ensamblaje que existen en Argentina.

El embajador Díez Torres afirmó que la delegación europea recopilaba información entre las empresas de la UE para comprobar que no existen "medidas adicionales restrictivas del comercio" y que el sistema aplicado se ajusta a las normas internacionales de la Organización Mundial de Comercio (OMC). Algunas de estas licencias están siendo ya examinadas en la comisión correspondiente de la OMC para vigilar su legalidad. "Las licencias no automáticas molestan lógicamente a todo el mundo, incluso a Brasil, que es el más comprensivo, quizás porque es el país que más aumentó sus exportaciones a Argentina".

Díez Torres reiteró, sin embargo, que la UE no quería "sobredimensionar" la decisión argentina, "que son medidas puntuales, no gratuitas, que responden a una preocupación concreta por un problema de balanza comercial". "Simplemente, recordamos que esas licencias deben ser plenamente compatibles con la legalidad y estar claramente justificadas", aclaró.

Interrogado sobre si Brasil era el socio preferente de la Unión Europea en América del Sur, el embajador de la UE aseguró que Brasil no tendría la valoración de "socio estratégico" para la Unión sin tener en cuenta su componente regional, que pasa por Mercosur. "Brasil, además, no concibe su proyección global sin ir de la mano de Argentina. Lo mismo pasa en la Unión Europea: Brasil es socio estratégico, pero eso no quiere decir que Argentina ocupe un segundo lugar".

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