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La primera crisis del euro | El contagio a los países periféricos

El riesgo español se dispara

La prima frente a la deuda alemana alcanza máximos - Moody's añade pesimismo al anunciar que revisa el 'rating' de Portugal - El Ibex pierde el 7,5% en dos días

Luis Doncel

La desconexión total entre los discursos de los políticos y las acciones de los inversores se hizo patente ayer. Una vez más. Al tiempo que el presidente Zapatero se reunía con el líder de la oposición para transmitir tranquilidad, el coste de la deuda española se encarecía a un ritmo inaudito. Y el mismo día en el que compareció el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, para calificar de "irracional" la especulación contra Europa basada en "rumores infundados", la Bolsa de Madrid se desplomaba por segundo día consecutivo y los seguros contra impago de la deuda española crecían hasta máximos.

La buena noticia es que la rentabilidad del bono español continúa a niveles comparables con los de años de tranquilidad. Las malas noticias son dos: que desde enero la rentabilidad exigida se ha disparado y que la prima de riesgo -es decir, la diferencia con la deuda alemana, que se considera la más segura, y por tanto es la que tiene un coste menor- está en los máximos desde la llegada del euro.

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En el bono a 10 años, ya ha alcanzado los 132 puntos básicos -1,32 puntos porcentuales-, cuando hace sólo un mes estaba en 70. El mercado exige a la deuda española un interés del 4,17%, por sólo 2,85% a la alemana. El contagio de la crisis griega es aún mayor en Portugal o Irlanda.

Pero la evolución es peor si se analiza el bono a dos años, donde el diferencial con Alemania se ha multiplicado por cuatro en un mes y está a punto de franquear la barrera de los 200 puntos básicos. A los títulos españoles se les exige un 2,58%, por sólo un 0,6% a los alemanes.

¿Por qué la deuda a corto plazo es la que más golpes está recibiendo estos días? "En el corto plazo se percibe más el riesgo de que un emisor sea incapaz de hacer frente a sus compromisos de pago. Ya ocurrió lo mismo durante las tensiones financieras de 2008", responde Pablo Guijarro, de Analistas Financieros. "Es un segmento del mercado más ilíquido, donde las reacciones son más histéricas. Se debe también a la contaminación griega, donde también se dispararon antes los plazos más cortos", añade José Luis Martínez, de Citigroup.

Aunque el aumento de la rentabilidad de los bonos no supone un coste extra para el Tesoro en los títulos ya emitidos, sí implica que los inversores exigirán más interés en las próximas subastas. Hoy mismo, el Tesoro pasa un examen al colocar bonos a cinco años. Pretende captar de 2.000 a 3.000 millones. En marzo, el Tesoro pudo colocar 4.500 millones a un tipo marginal del 2,84%, pero ayer los títulos españoles a cinco años cotizaban con una rentabilidad del 3,47%. Lo previsible, por tanto, es que hoy tenga que emitir los bonos pagando una rentabilidad más alta que la de la última subasta y más bien en línea con la de mercado.

Portugal ayer se dio un baño de realismo en la subasta de 500 millones en letras a seis meses, porque tuvo que pagar un interés cuatro veces mayor que el del pasado marzo.

El mercado de deuda fue donde más se notaron las tensiones que derivan de la crisis fiscal que atenaza a los países periféricos de la zona euro, pero las réplicas del terremoto se hicieron notar más allá. En la Bolsa de Madrid, por ejemplo, que por segundo día consecutivo fue de las que salieron peor paradas al caer un 2,3%. En sólo dos días el Ibex ha perdido más del 7,5%. El resto de Bolsas europeas tampoco vivieron muchas alegrías, con caídas generalizadas superiores al 1%. Grecia, un día más, fue líder en desgracias. La caída de los dos últimos días roza el 11%.

Lo paradójico de todo esto es que Alemania -la gran potencia europea que ha retrasado la ayuda a Grecia por su resistencia a pagar de su bolsillo los errores ajenos- es una de las grandes beneficiadas de estas tensiones. Porque los inversores más conservadores acuden a su deuda como valor refugio, por lo que su rendimiento no deja de caer. Ayer pulverizó su marca con el 0,6% en el bono a dos años. Quizás este dato por sí mismo no diga mucho, pero si se recuerda que hace dos años superaba el 4,5% ya es más aclarativo. El bono a 10 años, también por encima del 4,5% en 2008, cayó hasta el 2,85%. Desde que existe el euro, nunca a Alemania le había salido tan barato financiar su abultada deuda.

Las turbulencias se vieron agravadas ayer por el anuncio de Moody's de que planea degradar la calificación de Portugal, que provocó una sacudida en los mercados. La agencia puso en revisión la deuda soberana lusa, que tiene una nota de Aa2, debido al "reciente deterioro" de sus finanzas públicas, así como por los "desafíos" que afronta para crecer a largo plazo. Además, las protestas en Atenas hacen temer que sea difícil ejecutar las políticas de ajuste pactadas con el FMI y el Eurogrupo en el plan de rescate de 110.000 millones.

Pero llueve sobre mojado. La desconfianza y la incertidumbre reinan en unos mercados hipersensibles. "El mercado de deuda está seco, se ha roto. La desconfianza ha llevado al pánico y las decisiones que se toman ahora carecen de lógica", sostiene el analista de Citi.

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Sobre la firma

Luis Doncel
Es jefe de sección de Internacional. Antes fue jefe de sección de Economía y corresponsal en Berlín y Bruselas. Desde 2007 ha cubierto la crisis inmobiliaria y del euro, el rescate a España y los efectos en Alemania de la crisis migratoria de 2015, además de eventos internacionales como tres elecciones alemanas o reuniones del FMI y el BCE.

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