"La sensación de inutilidad que te queda es grande"

Manuel Portela López acude puntual a la cita que tiene en la oficina del Servicio Andaluz de Empleo de Jaén para renovar su tarjeta de demanda de empleo. "Si no vengo me quitan un mes la prestación", asegura, aún confundido por una situación que no vivía desde hace años. El pasado diciembre se quedó en paro. Trabajaba en una farmacéutica nacional como visitador médico.

A Manuel, el desempleo le ha pillado en un momento crítico. Tiene 48 años, está casado y tiene dos hijas de 18 y 16 años. "La sensación de inutilidad que te queda es grande", remarca.

Dedica tres horas al día a estudiar una nueva línea de medicamentos específicos para reciclarse, y además realiza un curso de informática. También hace un hueco para leer las ofertas de empleo en la prensa local. "No pierdo la esperanza, confío en que mi experiencia y cualificación me permitan encontrar pronto un empleo", señala Manuel.

Manuel tiene por delante 18 meses de prestación. Pero lo que más le preocupa son las pesimistas perspectivas para un desempleado de su edad. "Quedarse parado a partir de los 45 años es un palo. Más aún cuanta más cualificación se tiene", admite Manuel, licenciado en Ciencias Biológicas