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Los sindicatos llaman a una huelga de cuatro días en Opel

Bruselas expresa "ciertas dudas" sobre la venta a Magna

Se acabaron las advertencias. Los trabajadores de la planta de Opel en Figueruelas han decidido ejecutar la última de sus amenazas en protesta por los planes de los nuevos inversores, que quieren recortar 1.330 empleos de la factoría zaragozana. Los sindicatos convocaron ayer una huelga que parará su actividad cuatro días: el 28 y el 30 de octubre y el 3 y 5 de noviembre. La convocatoria de huelga afectará a los tres turnos de producción, con lo que engloba a los 7.500 empleados de la fábrica.

"Es una forma de presionar a Magna", explica Pedro Bona, representante español en el comité europeo de Opel. De esta forma, la plantilla muestra el rechazo al último plan presentado el pasado viernes por el fabricante canadiense, que no ha cedido en sus planes de despidos. Si el grupo no presenta una alternativa mejor, la plantilla tomará acciones "más contundentes", que decidirán el próximo 4 de noviembre, avisó Bona.

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Magna ha ofrecido mantener a partir de 2013 la capacidad industrial de Figueruelas, de unos 478.000 coches anuales. El comité critica que no se especifique qué va a ocurrir hasta entonces.

En otras palabras. Si Magna quiere mantener los niveles actuales de producción, ¿cómo justifica su reestructuración laboral? Ésta es, a entender de los trabajadores, sólo una de las ambigüedades. Magna no especifica las inversiones prometidas.

La huelga era la opción que el Gobierno había querido evitar. El ministro de Industria, Miguel Sebastián, insistió ayer en que "la huelga no es buena para nadie" y pidió a Magna "un último esfuerzo". Magna debe pactar con los sindicatos para proceder a la compra, tal y como está estipulado en el preacuerdo.

El propietario de Opel, General Motors, tiene otros nubarrones que pueden aguar el negocio. La venta del 55% de su marca europea a Magna está en la cuerda floja porque la Comisión Europea sospecha que podría estar infringiendo la legislación comunitaria. Su presidente, José Manuel Durão Barroso expresó ayer "ciertas dudas" sobre la operación.

Competencia exigió la semana pasada pruebas de que el plan de ayudas públicas de 4.500 millones de euros de Alemania para Opel están totalmente desvinculadas de la opción de Magna. General Motors, por su parte, afirmó que ésta es la opción más deseada, y espera poder cerrar la operación esta semana.

Trabajadores de Opel, en Figueruelas (Zaragoza),  en uno de los accesos a la planta.
Trabajadores de Opel, en Figueruelas (Zaragoza), en uno de los accesos a la planta.REUTERS

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