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La crisis del euro

Los sindicatos responden con otra huelga general a los nuevos recortes en Grecia

El Gobierno advierte de que si no llega el dinero del FMI irá a la quiebra.- Moody's cree que un eventual impago de Atenas agravaría la situación del resto de los periféricos

Los sindicatos griegos han convocado para junio próximo otra huelga general de 24 horas y una manifestación de funcionarios públicos para protestar por las medidas de ahorro adicionales adoptadas por el Gobierno de Grecia para poder continuar recibiendo ayuda externa. "Ante una nueva tormenta de recortes, aumento de impuestos, privatizaciones, despidos y limitaciones de derechos de jubilación, nosotros respondemos que no", afirma en un comunicado publicado hoy el sindicato griego de funcionarios Adedy, que representa a unos 700.000 empleados públicos.

La de junio será la tercera huelga general convocada en el país dentro de una cadena de actuaciones de protesta contra los ajustes puestos en marcha por el Gobierno desde hace un año. En la nota se convoca una manifestación en una plaza central de Atenas para el sábado 4 de junio. Además, "estamos coordinando una nueva huelga de 24 horas junto con la Confederación de Trabajadores de Grecia (Gsee), que cuenta con un millón y medio de afiliados, para el 21 de junio, fecha casi segura en un 99%", ha informado Ilias Iliópulos, portavoz de Adedy.

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Desde el Gobierno, el ministro de Finanzas griego, Yorgos Papaconstantinu, ha advertido de que si Grecia no recibe un quinto tramo de ayuda externa por valor de 12.000 millones de euros en junio, el país declarará la bancarrota. "La verdad es que muy difícil y si no recibimos el dinero (del quinto tramo) hacia el 26 de junio nos veremos obligados a cerrar la tienda y declarar la imposibilidad de pagar nuestras obligaciones", ha dicho en una entrevista exclusiva al canal privado ateniense Skai un día después de que el Gobierno anunciase más ajustes para lograr los recortes de déficit comprometidos.

Advertencia de Moody's

Sobre esta posibilidad, la agencia de calificación Moody's ha advertido hoy de que una suspensión de pagos de la deuda soberana griega dañaría el crédito del país así como sus bancos y posiblemente afectaría a otros países de la periferia de la zona euro, un grupo en el que además de la República helénica están los también rescatados Portugal e Irlanda y, a mayor distancia, España, que sería según los analistas la próxima en caer en caso de un recrudecimiento acusado de la crisis e Italia y Bélgica. Según afirma en un comunicado en el que expone sus conclusiones de un ejercicio hipotético de impago, "mientras más tiempo persista el estado actual de incertidumbre que afecta a Grecia, mayor será la tentación de parte de su Gobierno y de las autoridades del área euro para adoptar alguna forma de reestructuración de deuda".

"Moody's cree que una suspensión de pagos posiblemente tendría implicaciones adversas de calificación crediticia para Grecia, posiblemente para otra deuda pública europea bajo tensión, y los bancos griegos, sin importar los esfuerzos para alcanzar un resultado ordenado", agrega la agencia, una de las tres sociedades que dominan el sector de la calificación de riesgo. Además, no se anda con medias tintas al afirmar que cualquier modificación en los términos de la deuda, ya sea en su plazo de vencimiento como en el principal, será considerado como un default (impago).

España, alejada del grupo de cola

Para el responsable de crédito de Moody's para Europa, Oriente Próximo y África, Alastair Wilson, el foco de atención tras un eventual impago de Grecia se situaría sobre Portugal e Irlanda, que también han acortado rescates con la UE y el FMI. Sin embargo, España, Italia y Bélgica no se encontraban en la misma categoría, según Wilson, aunque dada su vulnerabilidad registrarían una fuerte presión del mercado y también podrían sufrir rebajas en sus calificaciones. "España no está en la misma categoría que Portugal e Irlanda. Sin embargo, sería previsible que incluso los bonos soberanos algo más sólidos de la zona euro sufriesen una fuerte presión del mercado y muy probablemente se enfrentarían a un mayor coste para acceder al mercado de financiación mayorista", dijo.

El Gobierno griego está a la espera de que las medidas de austeridad anunciadas reciban el visto bueno de los expertos que llegan el miércoles a Atenas de la Unión Europea (UE) y el FMI, que otorgaron a Grecia un plan de ayuda trienal de 110.000 millones de euros en 2010.

Unas horas antes, el Gobierno griego había decidido avanzar de forma urgente en la adopción de nuevas medidas de austeridad para ahorrar 28.000 millones de euros hasta 2015. Además, anunció un programa inmediato de privatizaciones de empresas estatales y activos públicos para obtener otros 50.000 millones adicionales de privatizaciones, después de que sus socios de la UE presionasen a Atenas para que aplicase de forma urgente nuevas reformas estructurales y privatizaciones.

Recesión más profunda de lo previsto

Papaconstantinu ha atribuido a "una recesión más profunda de lo esperado" que el déficit fiscal de Grecia aumentase en los primeros cuatro meses del año hasta los 7.246 millones de euros, superando los pronósticos en 322 millones de euros de la meta inicial.

El ministro ha reconocido que para ahorrar se despedirán a empleados públicos con contratos temporales pese a que el Gobierno trató de evitarlo, declarando que ya no se les ha renovado el contrato a 30.000 de ellos y que con las bajas voluntarias hay ya 83.000 públicos menos en el sector público. "Haremos recortes. El Estado no aguanta tener a todos esos organismos estatales", ha asegurado. Los medios hoy recogen en sus portadas la ola de nuevas medidas con títulos como "Receta de extenuación" en Elefteros Typos, "Tierra y sangre" en Vradini, y Conmoción y Terror en Eznos.

En cualquier caso, Papaconstantinu descartó rotundamente que Grecia estudie abandonar el euro. "En este momento, el euro es un puerto protector para nosotros". No obstante, pese a las amenazas que se ciernen sobre el país, el líder de la oposición griega, Antonis Samaras, jefe del partido conservador Nueva Democracia (ND), ha rechazado un acuerdo nacional para hacer frente a la crisis. Tras una reunión de una hora con el primer ministro, Samaras ha criticado que "Papandreu persiste en fomentar una receta que ha probado no tener éxito (...) y supera las fuerzas de la economía y del pueblo". Ese programa "vaticina nuevos impuestos, recortes horizontales que perjudican a los que ya han pagado y que no aguantan más", ha criticado.

Papandreu también ha recibido a Yorgos Karatsaferis, presidente del derechista partido LAOS, quien ha declarado que "no es suficiente una cohesión sino que una corresponsabilidad entre las fuerzas políticas sobre las medidas que se asumen".

Fitch rebaja la nota de solvencia de los principales bancos del país

La agencia de calificación crediticia Fitch ha rebajado la nota de solvencia de cinco bancos griegos a raíz del recorte de la calificación soberana del país heleno, que pasó a B+ desde BB+, y la ha situado en vigilancia para un posible recorte adicional del rating. Las entidades afectadas son National Bank of Greece (NBG), Efg Eurobank Ergasias (Eurobank), Alpha Bank (Alpha), Piraeus Bank (Piraeus) y Agricultural Bank of Greece (ATEbank). Asimismo, la agencia ha ratificado la nota de T Bank, aunque la coloca en vigilancia para una posible rebaja.

"La rebaja y la posibilidad de recortes es la consecuencia directa del recorte de la nota soberana y de la nueva valoración por parte de Fitch del apoyo público potencial disponible para los bancos", explica la agencia. Según sus cálculos, la banca del país cuenta con una significativa exposición a la deuda pública de Grecia, cifrada en unos 63.000 millones de euros, lo que tras el recorte de la nota soberana contribuye al deterioro de sus perfiles de riesgo.

"Asimismo, los bonos del Gobierno y la deuda garantizada por éste son usados en gran medida como colaterales ante el BCE, que podría aplicar penalizaciones adicionales ('haircuts') para reflejar el aumento del riesgo soberano, lo que restaría el colchón de liquidez de las entidades", ha advertido Fitch, que prevé nuevos descensos en el volumen de depósitos de la banca griega en 2011, lo que mantendrá la elevada dependencia de las entidades helena respecto a los fondos proporcionados por el BCE.

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