La tasa de paro de EE UU supera el 10% por primera vez en 26 años

A pesar de los primeros signos tentativos de recuperación económica, el mercado laboral siguió degradándose en octubre en Estados Unidos. Ya son más de 1 de cada 10 los ciudadanos sin trabajo. La tasa de paro subió cuatro décimas el mes pasado, al 10,2%, y se coloca en el nivel más alto desde abril de 1983. En octubre se perdieron 190.000 empleos no agrícolas, lo que eleva a 7,3 millones los destruidos por la Gran Recesión.

Son ya 22 meses consecutivos perdiendo empleo. Desde el inicio de la crisis en diciembre de 2007, el número de personas sin trabajo subió en 8,2 millones, hasta los 15,7 millones parados, contando los 558.000 adicionales de octubre, con lo que el número de parados se ha duplicado en dos años. La tasa de desempleo ha aumentado en 5,3 puntos porcentuales y los analistas temen que se llegará al 11% antes de que empiece a bajar.

El número de desempleados se ha duplicado en dos años

La situación se hace aún más oscura si se tiene en cuenta que 9,3 millones de empleados están obligados a trabajar a tiempo parcial y que 2,4 millones de personas dejaron de buscar empleo. Es el doble que al inicio de la crisis. Con estos dos criterios, la tasa de paro más subempleo sería del 17,5%. Es la cruda evidencia de que la recuperación se verá lastrada por un mercado laboral precario.

El presidente Barack Obama dijo que el último indicador es preocupante y supone un recordatorio del reto que Estados Unidos tiene por delante. Y explicó que la creación de empleo siempre va por detrás al repunte de la economía, que creció un 0,9% en el tercer trimestre, el equivalente a una tasa anualizada del 3,5%. Por eso pidió "paciencia", porque "llevará tiempo antes de ver una mejora".

De nuevo, los sectores más castigados por la sangría de empleos fueron la construcción (62.000 perdidos), el manufacturero (61.000) y el comercio (40.000), sin contar el sector agrícola, cuyo cómputo elevaría a 589.000 el total de empleos destruidos en octubre. En la cara opuesta está el de la salud (29.000 nuevos contratos), junto al de la educación los únicos generadores de empleo en esta crisis.

El único consuelo para la Casa Blanca es que el ritmo de destrucción de puestos de trabajo aminora. "Vamos por el buen camino", dijo Obama. El mercado laboral determinará la solidez y la sostenibilidad de la recuperación, por su impacto en el consumo. Hasta que eso llegue, el Congreso de EE UU decidió el jueves extender hasta 20 semanas los subsidios al desempleo.

La ampliación de las ayudas a parados va dirigida a una docena de Estados con tasas de desempleo superiores al 8,5%. El presidente, que puso ayer su firma definitiva a la iniciativa, aseguró que la medida no afectará significativamente al déficit, y añadió: "No descansaré hasta que el que quiera trabajar pueda encontrar un empleo".

El paro de larga duración permanece muy alto, con unos 5,6 millones de personas sin empleo durante más de 27 semanas. Y los afortunados con un contrato están obligados a trabajar más y hasta incluso por menos. Así, la productividad subió en el tercer trimestre a un ritmo anual del 9,5%, el más alto desde el inicio de la última fase expansiva hace seis años.

La duda está en saber si este incremento se mantendrá conforme la recuperación tome cuerpo y las empresas empiecen a reclutar para hacer frente a la demanda. Y en Wall Street temen que sea el anticipo de un dato de empleo bastante malo en noviembre y en diciembre, porque no ven al sector privado contratando masivamente en invierno.

El alza de la productividad es una buena noticia para la Reserva Federal, por el margen que le da del lado de la inflación para mantener los tipos de interés excepcionalmente bajos y para apoyar la recuperación. El miércoles volvió a advertir de que la economía "permanecerá débil durante un tiempo", y eso le fuerza a mantener el precio del dinero cerca del 0% durante un periodo prolongado.