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Los trabajadores de Metro de Madrid que fueron a la huelga no serán despedidos

Las sanciones contemplan 10 días de suspensión de empleo y sueldo para siete trabajadores y dos meses para los cabecillas, según un portavoz sindical

Los líderes sindicales que hoy han acudido al juicio por la demanda presentada por la Comunidad de Madrid a raíz de la huelga de trabajadores de Metro de Madrid, que tuvo lugar el pasado mes de junio y en la que no se respetaron los servicios mínimos impuestos por el Gobierno regional, han anunciado en las puertas del juzgado que la empresa no ejecutará su amenaza de despidos.

La sanción que finalmente se impone contempla 10 días de suspensión de empleo y sueldo para siete trabajadores y dos meses para los cabecillas de la huelga salvaje. La empresa no se ha pronunciado al respecto todavía.

La empresa pública demandó a cinco sindicatos en noviembre por los paros ya que, durante esas dos jornadas, en las que casi el total de la plantilla de conductores faltó a su puesto, se produjo un "abuso" del derecho fundamental de huelga que "debe ser calificada como ilegal o abusiva", según la demanda.El juicio se aplazó en diciembre después de que dos demandados alegaran indefensión porque la documentación les llegó tarde.

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Los trabajadores de Metro decidieron ir a la huelga después de que El Gobierno de la Comunidad de Madrid decidiera aprobar una Ley de Medidas Urgentes con recortes salariales del 5% de media en el sueldo de los trabajadores de empresas públicas (Metro, Telemadrid, Canal de Isabel II... y el personal docente), una medida que Esperanza Aguirre justificó en la necesidad de ahorro en la administración pública y, según ella, como reflejo de la decisión del Gobierno central de bajar los salarios de los funcionarios. El convenio de los trabajadores de Metro no contemplaba dicho recorte, por lo que los sindicatos consideraron que el tijeretazo violaba el convenio y era ilegal.

Una vez decidida la huelga, la Comunidad de Madrid fijó los servicios mínimos en el 50% del servicio, algo que fue considerado "abusivo" por los trabajadores, que decidieron, en asamblea, no respetarlos.

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