Los valores bancarios no levantan cabeza
La tendencia negativa volvió a imponerse en los mercados de valores en esta última sesión y lo hizo de nuevo de la mano del sector financiero.
Los intentos que se hacen en varios países para inventar algún tipo de entidad que absorba los activos tóxicos del conjunto de la banca, no han hecho más que recordar a los inversores que esos activos siguen presentes en muchos balances y que están a la espera de salir a la luz.
El papel volvió a presionar sobre los valores bancarios y la mayoría de los mercados terminó la sesión a la baja, aunque los minutos finales restaron algo de dramatismo a la jornada.
El Ibex 35 terminó perdiendo el 2,57% en otra sesión marcada por la volatilidad, aunque hay que destacar que en los últimos días se ha reducido sensiblemente. El principal índice del mercado español llegó a perder el 3,93%, lo que suponía acercarse a los 8.100 puntos, pero al final quedó en 8.233,40 puntos, un nivel más neutro pero que no logró aportar confianza a los inversores. El Ibex de los valores medianos cedió el 2,53% y el de los pequeños el 0,97%.
La posibilidad de encauzar un movimiento lateral de cierta consistencia parece lejana, a la vista de la facilidad con que se impone el papel y de la cada vez mayor resistencia de los inversores a arriesgar su dinero. De hecho, en esta sesión la contratación del Mercado Continuo cayó hasta 1.899,04 millones de euros, con casi ninguna operación importante. El "mercado abierto" fue, de largo, el más activo con 1.733,14 millones de euros negociados, una de las cifras más bajas del ejercicio.
Los datos macroeconómicos que llegaron desde Estados Unidos apenas consiguieron más que algunos comentarios, pues los ingresos y los gastos personales descendieron en diciembre, pero los gastos con más fuerza, lo que indica que los consumidores son más prudentes ante la ola de despidos que registra el país. La única sorpresa estuvo en la actividad manufacturera, que aumentó ligeramente en enero, en contra de todas las expectativas.
El ambiente sigue siendo, pues, negativo en los mercados de valores debido a la situación del sector financiero y a los problemas para encontrar soluciones que no carguen aún más las abultadas cuentas de las ayudas públicas.
