El yacimiento de petróleo de las Malvinas se diluye

Al final, el anuncio de que las Malvinas estaban llamadas a ser una nueva reserva petrolera del nivel de Arabia Saudí, no era para tanto. Las prospecciones de la petrolera británica Desire, que a finales de febrero reavivó el conflicto entre Reino Unido y Argentina por el control del archipiélago al adelantar que iba a explorar yacimientos submarinos con una capacidad estimada de 60.000 millones de barriles de crudo, han demostrado que el petróleo es de poca calidad, no hay tanto como se estimaba y, encima, su extracción presenta serios problemas técnicos. Una noticia que ha desplomado a la mitad las acciones de Desire en la Bolsa de Londres.

La petrolera Rockhopper, que también está presente en la operación con una participación del 7,5% en el campo Liz 14/19-1, situado al norte de las Maldivas, también se ha visto afectada por la avalancha de ventas y sus títulos han caído un 24%. Las otras dos compañías que completan el accionariado de la explotación, la primera en diez años, Falkland Petróleo y Gas así como Borders & Southern Petroleum, también han registrado pérdidas de entre el 12 y el 13%, aunque trabajan en otro campo situado al sur de las islas.

Según ha publicado Desire, los primeros signos de crudo del campo Liz se encuentra a una profundidad de 3.570 metros, aunque ha localizado gas a unos 3.400 metros. No obstante, la empresa no descarta encontrar petróleo de mayor calidad a más profundidad, lo que en los actuales niveles de cotización del barril le resta rentabilidad. La petrolera ha anunciado para final de semana un informe completo sobre las exploraciones. Por estos motivos, según añade Desire, "de momento es imposible determinar el alcance del yacimiento, por lo que en ningún caso justifica paralizar las operaciones". La multinacional con sede en Escocia ha enviado cerca de 9.000 toneladas de equipo a la zona.

Con vistas a devolver la confianza a los inversores, la petrolera recuerda que el proyecto de las Malvinas es el sexto por importancia en su cartera.

Sin embargo, la calidad y la localización exacta del yacimiento no son los único problemas que afronta la petrolera. En el frente político, Argentina ha amenazado a Reino Unido con tomar "medidas adecuadas" para detener la exploración en las aguas que rodean las islas y está buscando el apoyo de los países latinoamericanos para ello.