_
_
_
_
_
Reportaje:MADRID INVENTA SU MODELO | ORDENADORES A VARIAS VELOCIDADES

Más de 380.000 alumnos frente a una pizarra digital

La región rechazó el plan estatal "por carecer de evaluación"

Pilar Álvarez

Los 24 niños de 2º de Primaria fijan la vista en el juego interactivo. Toca clase de inglés en el colegio público Calvo Sotelo. Han salido tres a la pizarra, un modelo táctil con un tablero del 3 en raya proyectado. Los niños mueven las fichas con la mano cuando aciertan una pregunta. "Who wants to play?", pregunta la maestra. Todos levantan la mano. En este colegio, como en otro millar de centros de la región [778 colegios, 23 centros especiales y la mitad de los institutos, 155] más de 380.000 alumnos aprenden cualquier asignatura con pizarra digital.

La Consejería de Educación ha invertido ocho millones para repartir dos pizarras por centro y formar con cursillos de 20 horas a 12.000 profesores, que serán 15.000 más este curso. Pero no ha entregado ni un solo portátil.

Más información
300.000 portátiles y 9.551 aulas electrónicas

Madrid, Murcia y la Comunidad Valenciana (todas del PP) rechazaron implantar el programa estatal Escuela 2.0, que incluye ordenadores y también pizarras digitales, y perdieron los fondos previstos. Madrid renunció a 11 millones de euros del Estado en 2009 (que debían completar con otros 11 propios) más la porción de seis millones a repartir entre las comunidades aprobada el pasado diciembre. Sus argumentos son el reducido tamaño de los portátiles -a los que achacaron problemas ergonómicos y de la vista- y que el modelo no cuenta con un programa de seguimiento y evaluación. "Los proyectos hay que extenderlos poco a poco, no se pueden universalizar sin rodarlos bien antes ni dar café para todos", señala Jesús Valverde, viceconsejero de Organización Educativa. Valverde asegura que "el éxito" del programa madrileño fue probarlo primero en un número reducido de centros y, sobre todo, en motivar a los profesores. "Son ellos los que tienen el papel fundamental", señala.

La directora del Calvo Sotelo, Pilar Cabeza, explica en el aula de 2º que las pizarras "motivan a los niños y dan mucho juego a los profesores". Añade que usan contenidos de la Red y de editoriales, pero el 80% de los materiales son propios. "Esto engancha", asegura Cabeza. En la pizarra un niño acaba de completar el 3 en raya.

Aula de 2º de Primaria del colegio Calvo Sotelo, en Madrid.
Aula de 2º de Primaria del colegio Calvo Sotelo, en Madrid.ÁLVARO GARCÍA

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Pilar Álvarez
Es jefa de Última Hora de EL PAÍS. Ha sido la primera corresponsal de género del periódico. Está especializada en temas sociales y ha desarrollado la mayor parte de su carrera en este diario. Antes trabajó en Efe, Cadena Ser, Onda Cero y el diario La Opinión. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Máster de periodismo de EL PAÍS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_