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Los Movimientos de Renovación Pedagógica sugieren que la Educación para la Ciudadanía no sea asignatura

Carmen Morán Breña

Los Movimientos de Renovación Pedagógica (MRP) creen que "reducir la educación para la ciudadanía a una simple asignatura puede vaciar de contenido la construcción de modelos democráticos en el centro educativo", para lo que se necesita, dicen, "la necesaria implicación de todas las áreas y de la comunidad educativa". "La educación para la ciudadanía no puede quedar relegada, reducida y encorsetada a una simple asignatura", añaden.

Los Movimientos de Renovación Pedagógica, de larga tradición educativa, centran así el debate sobre la nueva materia que se estudiará en las escuelas españolas, en primaria y en secundaria. En contra de las acusaciones que ha recibido esta asignatura por parte de los sectores conservadores de la comunidad educativa, que la consideran de "adoctrinamiento", los MRP entienden que son conocimientos "fundamentales para educar a los ciudadanos en los principios éticos y morales, y todo ello desde la laicidad y el respeto a todas las opciones afectivas, familiares y personales". Así lo explica unos de sus portavoces, Ricard Aimerych, de la federación catalana. Lamentan que esta asignatura "ni siquiera esté presente en todos los cursos de la educación obligatoria" [se impartirá en uno de los últimos cursos de primaria y en otro de la secundaria], pero, en todo caso, preferirían que fuera una materia transversal, es decir, conocimientos que han de adquirirse en todas las asignaturas y enseñanzas que se impartan en el centro.

Y solicitan la creación de departamentos u organismos de coordinación y recursos que dinamicen la educación para la ciudadanía mediante proyectos que puedan implicar a toda la comunidad educativa. "La educación ciudadana es una forma de ser y de convivir", dicen. "Los valores y las prácticas democráticas se aprenden ejerciéndolos y practicándolos en contextos reales de vida y trabajo", dicen.

Escuelas católicas, a favor

Pero su pretensión de que esta materia no sea una simple asignatura, sino que impregne todos los contenidos de la educación obligatoria, no parece que vaya a triunfar, porque el jueves pasado ya el Gobierno aprobó el decreto de enseñanzas mínimas para los alumnos de primaria, que confirma la materia de Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos como una asignatura obligada para uno de los dos últimos cursos de la etapa.

Las escuelas católicas de la Federación Española de Religiosos de la Enseñanza (FERE) se han desmarcado también estos días del boicot planteado por algunas organizaciones educativas contra la asignatura. La objeción de conciencia o la "desobediencia civil" que han propuesto a los padres "no tiene cabida" en las escuelas de la FERE, ha dicho en varias ocasiones el secretario general de esta organización, Manuel de Castro. De Castro considera que los contenidos de esta materia quedarán, en último caso, sujetos al criterio y la profesionalidad del maestro. Y antes de eso, las editoriales, con las que ya trabajan estas escuelas para elaborar los temarios. Las editoriales redactarán los contenidos de formas distintas, incluyendo y desarrollando los mínimos que impone el Gobierno.

Para los MRP, que la Iglesia considere "adoctrinamiento" educar para la ciudadanía indica que es necesaria una verdadera formación democrática.

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Sobre la firma

Carmen Morán Breña
Trabaja en EL PAÍS desde 1997 donde ha sido jefa de sección en Sociedad, Nacional y Cultura. Ha tratado a fondo temas de educación, asuntos sociales e igualdad. Ahora se desempeña como reportera en México.

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