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Suben las matrículas, bajan las becas

El sistema universitario estadounidense se parece cada vez más a un exclusivo club para la formación de élites. Lo revela un reciente estudio elaborado por el Economic Policy Institute (EPI), en el que se muestra que mientras el precio de las matrículas no para de crecer, bajan las ayudas públicas en forma de becas, lo que obliga a los estudiantes con pocos recursos a pedir préstamos a altos tipos de interés y a endeudarse.

Las matrículas han subido un 6,3% en el último año en el caso de las universidades públicas, el doble que la inflación, y un 5,9% en el caso de los centros privados. El Partido Demócrata quiere aprovechar el poder que tendrá en el Congreso para adoptar una legislación que facilite el acceso de los estudiantes con pocos recursos a una educación superior, a un precio asequible. "Cada vez hay más jóvenes que tienen difícil costearse la universidad", afirma Joydeep Roy, del EPI.

Como revela el College Board, la becas públicas Pell cubren en la actualidad tan sólo una tercera parte de los costes de cuatro años de estudios en un centro público, cuando hace dos décadas contribuían al 57% del gasto. Para los estudios en centros privados, estas ayudas representan el 14% de los gastos, frente al 26% de hace dos décadas.

La última vez que el Congreso de EE UU autorizó un incremento de las ayudas que se conceden a través de las becas Pell fue en 2003, de apenas 50 dólares, hasta los 4.050 dólares. Una cantidad insignificante si se compara con el 25% de incremento de los costes de matriculación y residencia registrados en los últimos cinco años.

Entretanto, el número de estudiantes que se acogieron a préstamos subvencionados Stafford cayó 15 puntos porcentuales en la última década, mientras que los universitarios endeudados crecieron en la misma proporción. A estos préstamos se les suele aplicar un tipo de interés superior y los criterios de selección excluyen a familias con bajos ingresos.

Deuda

La deuda media es de 19.000 dólares, según el National Center for Education Statistics, una cifra que no incluye el rojo que acumulan los jóvenes en sus tarjetas de crédito. La consultora laboral Challenger, Gray & Christmas pone además en evidencia que este continuo incremento de los costes amenaza con dejar fuera del sistema a estudiantes de calidad y puede provocar una falta de empleos cualificados. Los datos del College Board muestran que cada vez terminan menos estudiantes sus estudios. La National Academy of Sciences señala que mientras en China se graduaron medio millón de ingenieros, en EE UU fueron 70.000.

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