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Reportaje:

La cara amable del ogro

Ferguson repasa con ternura sus 23 años en el Manchester y ensalza al Barça

Alex Ferguson se marchó dando palmaditas en la espalda de los periodistas extranjeros. Había charlado con ellos cerca de 45 minutos en un tono amable e ingenioso, lleno de recuerdos sobre su inmensa carrera y de elogios sobre el Barça, su rival en la final de la Champions, el próximo miércoles en Roma. Se puso incluso tierno cuando recordó a su padre ("un trabajador que siempre estaba leyendo") y a su madre (un ama de casa "con más determinación"). "Es difícil ver en ellos algo de mi personalidad", se sinceró Ferguson, muy lejos ayer del ogro que controla los resortes de la Liga inglesa, según le acusa el entrenador del Liverpool, Rafa Benítez, y que veta el acceso a las instalaciones del club a los periodistas críticos: Danny Taylor, reportero de The Guardian, entraba ayer por primera vez en dos años en la ciudad deportiva del Manchester, en Carrington, después de escribir un libro, This is the one, que no era del gusto del boss.

"La fuerza del Barcelona es su centro del campo, no su defensa"
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"La fuerza del Barça es su centro del campo, no su defensa", clamó Ferguson cuando se le interrogó por las bajas defensivas para la final que presenta el conjunto azulgrana: Márquez, Alves y Abidal. "No creo que juegue Keita de lateral izquierdo, sino Sylvinho, que tiene más experiencia", añadió poco después de responder con ironía a la pregunta de si practicará el catenaccio como hizo el Chelsea en la semifinal frente al Barça. "Doble catenaccio", bromeó. "La filosofía del Barça es fantástica, pero nosotros también tenemos nuestro estilo. Cada equipo se expresa en el campo a su manera".

Ferguson (Glasgow, 1941) se expresa con la confianza abrumadora de "un ganador nato", según definió a su propio equipo. El Manchester ha ganado todas las finales que ha disputado fuera de las islas. Las tres Copas de Europa (1968, 1999 y 2008), la Recopa (1991, precisamente al Barça), la Supercopa de Europa (1991), la Intercontinental (1999) y el Mundial de Clubes (2008). "Este club se crece ante la adversidad", remarcó, pensando en la catástrofe aérea en la que falleció medio equipo en 1959. En 23 años al frente del United, Ferguson dice haber evolucionado en el autocontrol. "Me liberó ganar la primera Liga". Pero ha sido en el último lustro cuando el United se ha hecho consistente en Europa. "Empezamos a jugar con tres mediocampistas y ganamos en paciencia, en control y en posesión de pelota".

Ferguson ya le aguó la fiesta al Barcelona en la semifinal de la pasada edición de la Liga de Campeones, en la que el cuadro entrenado entonces por Frank Rijkaard ni siquiera marcó. "Ahora el Barça es más fuerte en defensa", matizó el técnico del United, que ensalzó al técnico azulgrana, Pep Guardiola, por haber despejado en su primera temporada "el gran interrogante que había sobre él". Ferguson se sintió muy cómodo hablando de la final. E incluso comparó a las dos superestrellas. "Cristiano Ronaldo es más fuerte, es un atleta, pero Messi se ha desarrollado mucho físicamente este año. Los dos pueden crear y marcar. Son pequeños detalles". De Messi, si juega de extremo derecho, se encargará el lateral francés Evra. "Evra es también muy rápido, aunque un jugador solo no puede parar a Messi. Prepararemos bien este marcaje". No será el único. A Sir Alex le preocupa la recuperación a última hora de Iniesta ("hace jugar a su equipo") y de Henry ("ya sabemos que es una amenaza como lo fue en el Arsenal"). Lo que tiene claro el viejo ogro es que nunca entrenará al Real Madrid. "Soy demasiado viejo. Y haré todo lo posible para que Ronaldo tampoco vaya allí".

Alex Ferguson, durante el entrenamiento de ayer en Manchester.
Alex Ferguson, durante el entrenamiento de ayer en Manchester.REUTERS
Ayer, en Carrington, en la ciudad deportiva del Manchester United, Alex Ferguson se deshizo en elogios hacia el Barça y hacia Iniesta. "Cuando vi el partido del Barça ante el Madrid pensé: 'Dios mío, tenemos que jugar contra ellos'", dijo admirado por la exhibición del Bernabéu. También extrajo conclusiones de la eliminatoria ante el Chelsea. En el Camp Nou, el equipo de Hiddink le mostró cómo frenar a los azulgranas. En Stamford Bridge, el mensaje fue otro. "El Chelsea nos enseñó que no podemos creernos imbatibles", añadió.Vídeo: AGENCIA ATLAS

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