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Reportaje:Cuartos de final de la Copa Davis

España tiene un problema

Alemania iguala la eliminatoria y es favorita para el partido de dobles de hoy

El calor es insufrible y Patrik Kuhnen, el capitán alemán, se ríe con el empate de la eliminatoria de cuartos de la Davis contra España. Han pasado ya las horas en las que masajeaba las piernas y el cuello de Andreas Beck con toallas sacadas del congelador, mientras el termómetro rozaba los 40 grados y su pupilo, la proeza (perdió 6-0, 3-6, 6-7, 6-2 y 6-1 ante Fernando Verdasco). Han pasado ya los gritos de la grada, los "¡Al ataque Tommy!" y los "¡España! ¡España!", mientras Philipp Kohlschreiber sale a la pista para jugar contra Robredo. Ha pasado ya todo eso; ya se han muerto los geranios que decoran la pista; ya se han terminado de bambolear los abanicos en la grada; y ya han dejado de sonar las cornetas y de agitarse las banderas de España. La primera jornada de los cuartos de la Copa Davis ha concluido y Kuhnen, tres veces campeón de la Copa Davis como jugador, se ríe, porque tiene a España donde quería. Con Verdasco obligado a un partido abrasador, 3h 10m en el infierno del verano marbellí y dos puntos más por disputar con sus piernas. Con Robredo, es el peso de la Davis, derrotado 6-3, 6-4 y 6-4 por Kohlschreiber, con quien nunca había perdido. Con la eliminatoria empatada a uno y el dobles alemán como favorito para dejar hoy (TVE1, 16.00) a España al borde del precipicio.

Verdasco necesitó cinco sets frente a Beck y Kohlschreiber borró a Robredo

"Nos acostamos sintiéndonos positivos, y así nos levantaremos", explicó Kuhnen. "Hemos visto un primer partido muy duro... y luego Philipp ha estado fuera de serie, perfecto, muy bien. Estamos preparados para el dobles. Todo está abierto".

Éstos son los datos. Feliciano López y Verdasco llevan un año solitario, paralelo al ascenso del madrileño: han ganado 4 de los 11 partidos que han disputado. Enfrente tienen a dos tipos terribles. Misha Zverev, un especialista, y Nicolas Kiefer, un peligro. Ésta era la táctica de Kuhnen, que puede cambiar los nombres hasta una hora antes del partido: sacrificar a Beck y reservar fresco a Kiefer para el dobles. El misterio es si se atreverán a que Kohlschreiber juegue tres partidos cambiando a uno de los nominados. Éste es el currículo de Kiefer: plata en dobles en los Juegos de 2004; un título, una final y una semifinal con Zverev; sonrisa de hombre dispuesto al desafío, cuando escucha cómo la grada silba a Kohlschreiber; cómo Robredo pide calma; y cómo Alemania está dónde quiere, con España contra las cuerdas, Robredo en crisis y el público añorando al gran ausente -"Queda un día menos para volverte a ver jugar... ¡Vamos Rafa!"-, decía un cartel.

"El dobles va a ser muy parejo", dijo Albert Costa, el seleccionador español. "En la Copa Davis siempre se te complican las cosas en el dobles. Son partidos largos", continuó. "Creo que Fernando y Feliciano tienen la capacidad de ganar partidos importantes, experiencia... a ver si nos dan otro punto". ¿Qué espera Verdasco del dobles? "Espero a Zverev haciendo saque red", contesta el héroe de Mar del Plata. "Volea bien, resta agresivo... Tengo más localizado por dónde puede salir que en el caso de Kiefer".

Se acabó la primera jornada y España está en peligro. Costa se quedó hablando con Francis Roig, su segundo, tras el partido. Luego, junto a toda la selección, se reunió en el hotel con Jaime Lissavetzky, secretario de Estado para el Deporte, al que reconocieron con un premio como "seguidor número uno" del tenis español. Y, al final, siguieron las reuniones para preparar lo que viene hoy y mañana: un partido de dobles muy tenso y, quizás, la inclusión de Juan Carlos Ferrero como revulsivo el domingo.

Tommy Robredo devuelve la pelota en el partido contra Phillipp Kohlschreiber.
Tommy Robredo devuelve la pelota en el partido contra Phillipp Kohlschreiber.JULIÁN ROJAS

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