_
_
_
_
_
Reportaje:VUELTA 2009

La revuelta de los príncipes

Valverde, Andy Schleck y Samuel Sánchez se disputan el trono del ausente Contador

Sin el rey, Alberto Contador, la aglomeración de príncipes eleva el caché de una Vuelta a España que no tiene ni un candidato oficial ni una etapa decisiva en la que poner el punto de mira. Lo que sí tiene es un aroma de operación retorno con los regresos de Ivan Basso y Alexander Vinokúrov, cumplidas sus respectivas sanciones por dopaje. El primero demostró en el Giro un buen estado de forma (fue quinto) y el segundo es una incógnita ante su primera prueba oficial. Ambos son outsiders de postín frente a la terna de favoritos de consenso que forman Alejandro Valverde, Andy Schleck y Samuel Sánchez.

La abundancia de candidatos, a los que habría que sumar a tipos duros como Ezequiel Mosquera, Robert Gesink o el checo Kreuziger (lugarteniente de Basso), abren tanto el abanico que la Vuelta se convierte en algo así como la competición de los perseguidores de Contador dispuestos a aprovechar la ausencia del rey, del último ganador.

La operación retorno la encabezan Basso y Vinokúrov tras sus sanciones por dopaje
Sin puertos grandiosos como El Angliru, se salpica el recorrido de etapas sin descanso
Todos dicen que el trazado les gusta. Para Unzué es el "más duro del año"

Curiosamente, todos consideran que el recorrido de la ronda española les va como anillo al dedo aunque inmediatamente afirman que se trata de un itinerario exigente, "muy duro" en palabras de Eusebio Unzué, manager del Caisse D'Épargne, y "el más duro del año", en opinión del ciclista del Euskaltel Igor Antón. Ante la ausencia de puertos grandiosos (El Angliru, Andorra, etcétera) la dirección de la Vuelta ha optado por salpicar el recorrido de etapas sin descanso y sin semanas vacías de contenido, rutinarias, a expensas de que los ciclistas quieran aprovechar las emboscadas que el recorrido propone en las etapas más insospechadas.

La regularidad en el ciclismo es lo que el ritmo en el fútbol. Ambas son cualidades particulares que exigen una respuesta de equipo sin flaquezas. Las emboscadas, que tuvieron su nivel simbólico en el Tour con la pugna Contador-Armstrong, pueden ser algo más en la Vuelta a España, que no decidirá a priori su primera jerarquía hasta la contrarreloj de Valencia (de 30 kilómetros), que cierra la primera semana. "De todas formas, una Vuelta no se gana en un alto de montaña o en una contrarreloj, sino en 21 días. Yo me he preparado para ser el más regular en esos 21 días", afirma Samuel Sánchez, el líder del Euskaltel y campeón olímpico en Pekín.

La segunda semana de la Vuelta, habitualmente la de la basura, se convierte este año en la semana clave, con la concentración de la montaña en el Mediterráneo y Andalucía. La etapa del domingo, con final en el Alto de Aitana, exigirá el primer sobreesfuerzo del pelotón con cuatro puertos de tercera categoría, tres de segunda y uno de categoría especial, el de Aitana, con 21,7 kilómetros al 5,7% de desnivel medio. El Xorret, corto, pero duro, o Sierra Nevada (largo, pero tendido) o Velefique, dirán después la penúltima palabra, antes de la sierra castellana y madrileña y la contrarreloj de Toledo (de 27,8 kilómetros), prevista para el penúltimo día.

Alejandro Valverde cree que ha llegado su momento: "quiero conseguir mi primera gran vuelta de tres semanas y demostrar que puedo hacerlo", dice el ciclista del Caisse d'Épargne. Es el hombre al que todos vigilan, tras no haber disputado el Tour de Francia por sus problemas con la justicia deportiva italiana. Confían tanto en sus posibilidades como en el "mal día" habitual que el ciclista murciano suele tener para derrumbar su potencial.

Samuel Sánchez es el símbolo de la inteligencia en carrera, un tipo difícil de sorprender y probablemente el mejor ciclista del pelotón mundial en los descensos. Andy Schleck, el designado como principal rival de Alberto Contador para los próximos años (si es capaz de mejorar en las contrarreloj), será el animador de la montaña, especialmente en los cuatro puertos de categoría especial. Sin duda es el mejor escalador. De su actitud dependerá la emotividad de una Vuelta que elegirá de entre los príncipes al mejor. O al más avispado. O al más arriesgado.

Alejandro Valverde y Alexander Vinokúrov, en Assen (Holanda).
Alejandro Valverde y Alexander Vinokúrov, en Assen (Holanda).EFE

Motos, coches y bicis

La simbología del ciclismo se ha basado en tres ingredientes: bicis, motos y coches. Las bicicletas de los ciclistas, las motos de los fotógrafos y, luego, de las cámaras de televisión, y los coches de los directores de equipo, de los mecánicos y de la prensa. A los tres rinde homenaje esta Vuelta a España que partirá del circuito motociclista de Assen, en Holanda, discurrirá por Bélgica por las rutas clasicómanas y se citará en Valencia con el circuito urbano de Formula 1, recientemente estrenado. Un tic que ya se inició en el Tour con la salida en Mónaco y que parece emparentar a los ciclistas con los velocistas del asfalto. Un intento por asociarse a otros deportes que descargue de adrenalina la imagen del ciclismo en el mundo.

Holanda y Bélgica, por donde transcurrirá la Vuelta sus cuatro primeros días, son dos países de fuerte tradición ciclista que sin embargo se hallan huérfanos de figuras mundiales desde hace bastantes años. Se espera que la Vuelta reavive su pasión. No en vano el Tour partirá de Rotterdam en su próxima edición.

Serán cuatro días mediáticos, probablemente poco decisivos, salvo errores particulares por las estrechas carreteras holandesas y belgas, muy exigentes técnicamente. Concluido el homenaje a los deportes basados en las dos y cuatro ruedas, comenzará la Vuelta.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_