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Crónica:Gran Premio de Bélgica
Crónica
Texto informativo con interpretación

Raikkonen lanza un aviso

Criticado por Ferrari, que le quiere sustituir por Alonso, retirado ayer, el finlandés vuelve a demostrar en Spa que sabe ganar carreras

Probablemente, estaba satisfecho. Era difícil saberlo porque su rostro permaneció tan inexpresivo como siempre. Kimi Raikkonen es finlandés y, como tal, poco dado a mostrar sus estados anímicos. No es de hielo porque ha demostrado en múltiples ocasiones -demasiadas, según su equipo- que sabe divertirse y ha sobrepasado incluso los límites de lo permisible. Pero ayer hizo una concesión. Cuando se bajó de su Ferrari, se subió sobre el capó y levantó los brazos hacia el cielo. Imposible saber la cara que ponía ni si la emoción del momento le había enturbiado los ojos porque llevaba todavía el casco. Motivos para estar satisfecho le sobraban. La victoria que ayer logró en el mítico circuito de Spa-Francorchamps -la 18ª de su carrera- le sirvió para acallar las críticas de su propio equipo, que ya le ha buscado sustituto, Fernando Alonso, para la próxima temporada a pesar de tener un año más de contrato.

Badoer terminó otra vez el último, a 1m 42s de su compañero
Alonso iba tercero cuando entró a repostar y acabó abandonando
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Raikkonen tuvo que coger unos prismáticos para encontrar al segundo Ferrari, perdido en la cola de la clasificación, a 1m 42s de él y a 47s del piloto que le precedía, Kazuki Nakajima. Éste era el valor de Luca Badoer, el piloto de pruebas elegido por Stefano Domenicali, el director de la escudería, para sustituir a Felipe Massa, convaleciente de su accidente en Hungría, y que prefiere prescindir del finlandés antes que del brasileño para dejar un hueco a Alonso. Raikkonen podía sonreír irónicamente, podía encontrar implicaciones muy concretas a las últimas decisiones de su equipo. Tenía razones sobradas para aprovechar su momento de gloria y lanzar un panegírico contra quienes están lanzando porquería sobre su cabeza.

Pero no hizo nada de todo eso. Se limitó a responder, siempre de forma monótona y difícilmente comprensible, que él sigue luchando para ganar carreras y que las decisiones que se están tomando en el equipo quedan fuera de su alcance. "Lo único que sé", repitió por enésima vez, "es que en 2010 tengo todavía contrato en vigor. Ya no voy a rebatir cada día los rumores sobre mi marcha". Todo eso ha dejado ya de preocuparle. "Si por alguna razón no estoy en Ferrari el próximo año, sé que tengo un asiento en otra escudería [McLaren y Brawn le acogerían con castañuelas]. Otros equipos me quieren", había declarado el sábado en Daily Telegraph.

En la pista, en cualquier caso, Raikkonen sigue siendo el más rápido del paddock. Y ayer su capacidad de pilotaje se puso en evidencia desde el primer momento, desde que apretó el botón del KERS y salió tercero de la primera curva y segundo de la segunda. Aprovechando la pésima salida de Barrichello y la aceleración que le concedía el KERS, dejó atrás a Trulli, Heidfeld y Kubica. Sólo Fisichella aguantó su embestida. Y sólo le frenó la entrada del coche de seguridad como consecuencia del múltiple incidente entre Grosjean, Button, Hamilton y Alguersuari, que quedó atrapado entre los dos británicos, y que supuso el triste abandono de los cuatro.

Pero, en cuanto la pista quedó libre, Raikkonen lanzó el ataque definitivo a Fisichella y le pasó por la izquierda en la recta en la quinta vuelta. "Sólo me ha superado por el KERS", reconoció Fisichella, incrédulo aún por su segunda posición y por haber logrado la pole, "porque mi ritmo de carrera ha sido tan bueno como el suyo". La carrera quedó prácticamente sentenciada ahí. Raikkonen nunca cedió, pero Fisichella mostró una solidez increíble tras años de anonimato. Y resultó difícil creer que Force India hubiera logrado una mejora aerodinámica tan brutal en una carrera sin esconder alguna trampa desconocida.

El tercer puesto de Vettel fue una consecuencia de su excelente estrategia y de los incidentes que se produjeron en las primeras vueltas. Sacó ventaja de ir más cargado que sus rivales y les arrebató el tiempo necesario antes de repostar, cuando los demás iban mucho más cargados. Tampoco Alonso habría alterado el podio a pesar de que iba tercero cuando entró a repostar y acabó abandonando por los daños que había recibido en su rueda delantera izquierda como consecuencia de un leve choque con Sutil. El gran ganador de ayer, sin embargo, fue Button. Porque pese a su abandono, no perdió más que dos puntos -Barrichello es ahora segundo, a 16 puntos de él- en la clasificación.

Fernando Alonso durante una parada para repostar.
Fernando Alonso durante una parada para repostar.AFP
Lewis Hamilton en su coche destrozado tras un choque múltiple.
Lewis Hamilton en su coche destrozado tras un choque múltiple.REUTERS

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