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SUMARIO DE LA INVESTIGACIÓN DEL 'CASO PALMA ARENA'

Un imputado intentó facturar al erario público las obras de su chalé

Pepote tenía "fácil acceso al despacho de Matas", según declara una secretaria

José Luis Ballester, Pepote, (Vinaròs, 1968) vivió su momento de gloria en los Juegos Olímpicos de Atlanta de 1996. Era su segunda participación olímpica como regatista y, formando pareja con Fernando León, logró el oro en la clase Tornado. En julio de 2003, el popular Jaume Matas, que iniciaba su segundo y último mandato como presidente del Gobierno balear, lo reclutó personalmente para conducir la dirección general de Deportes. Seis años después, Pepote aparece como uno de los principales encausados en el caso Palma Arena, destapado por la Fiscalía Anticorrupción.

Se le acusa -junto a otros 11 ex altos cargos del PP- de malversación de caudales públicos, dentro de una supuesta trama que multiplicó el coste del velódromo de los 41 millones licitados a más de 110. Las presuntas irregularidades son de muy diverso tipo. Y, por lo que respecta a Ballester, existen, por ejemplo, indicios de que el ex alto cargo intentó cargar a cuenta del presupuesto del velódromo Palma Arena unas obras en su chalé por valor de 24.000 euros.

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Los imputados coinciden en señalar al ex medallista olímpico como una de las figuras clave en la toma de decisiones durante la polémica construcción del edificio del Palma Arena, una de las obras estrella del Gobierno de Jaume Matas. Ballester y el gerente del velódromo, Jorge Moisés, "eran quienes en realidad ostentaban la dirección máxima del Consorcio", según declaró la ex secretaria de Vicepresidencia de Matas, Dulce Linares, también imputada. En ese mismo interrogatorio, Linares apuntó que "el señor Ballester tenía fácil acceso al despacho del presidente, y fácil acceso telefónico".

Por su parte, Jane King, ex jefa de Gabinete de Matas, e imputada, aseguró en su declaración que "Vicepresidencia puso a disposición de Ballester el departamento de contratación". Pero, para sorpresa del juez y los fiscales, no supo explicar por qué: "Esa misma pregunta se la hacían todos, y llegamos a la conclusión de que quizá era porque el dinero para la construcción del velódromo se residenciaba en el departamento de Vicepresidencia", y no en el de Deportes, como habría sido lógico.

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Ballester está, además, bajo sospecha por haber tratado de colar a las arcas públicas una factura procedente de las obras de su chalé en Sa Ràpita. Al constructor de esta vivienda, Javier Navarro, "amigo íntimo" de Pepote según la investigación, le fue adjudicada sin concurso la edificación de un almacén en el Palma Arena.

Navarro admitió que el entonces director general de Deportes le "facilitaba los trabajos con la administración por una relación de amistad", pero negó cualquier "contraprestación económica en metálico, o rebaja en trabajos particulares". Según declaró al juez, José Luis Ballester le indicó "que tenían que hacer tres presupuestos de menos de 30.000 euros para dividir la obra" y así evitar la subasta pública.

Presuntamente, una de estas facturas, por valor de 24.000 euros y bajo el epígrafe "Honorarios vivienda construcción unifamiliar aislada", llegó a manos de un funcionario con instrucciones de que la cargara a las cuentas del Palma Arena.

Ante esta irregularidad, el funcionario decidió devolver la minuta sin abonarla. Días después, y según declaró el implicado, Ballester se dirigió a él "irónicamente", espetándole: "Gracias por velar por los fondos públicos".

Ante el juez, el ex director general de Deportes atribuyó el envío de la factura a un error del arquitecto que la firmó, Ignacio Antonio Sáez. Éste, no obstante, negó haber emitido dicho documento y declaró que la única explicación es que "alguien lo hubiera falsificado".

Montaje de una pista de tenis en el velódromo Palma Arena, en abril de 2007.
Montaje de una pista de tenis en el velódromo Palma Arena, en abril de 2007.EFE

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