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España acogerá al menos a dos ex presos de Guantánamo

Zapatero se lo comunicará a Obama en la Casa Blanca

Miguel González

Fiel a su frase "lo importante no es lo que Obama puede hacer por nosotros, sino lo que nosotros podemos hacer por él", José Luis Rodríguez Zapatero le llevará un regalo al presidente estadounidense en su primera visita a la Casa Blanca. El jefe del Gobierno le comunicará el próximo martes que España ha decidido acoger al menos a dos prisioneros de la base de Guantánamo. Fuentes gubernamentales reconocieron ayer que el proceso está en su "fase final" y se prevé que "esté cerrado" cuando Zapatero viaje a Washington.

El enviado especial de Obama, el diplomático Daniel Fried, pidió que España acogiera a cuatro ex reclusos durante la visita que hizo a Madrid en junio pasado. A partir de ahí se procedió a un examen "muy cuidadoso" de los expedientes, en palabras del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba. De la lista inicial, integrada por cuatro tunecinos y un yemení, se fueron cayendo nombres, algunos por razones de seguridad y otros porque tenían antecedentes penales, lo que resulta incompatible con la Ley de Extranjería. Finalmente, según las fuentes consultadas, se ha admitido a dos yemeníes, a los que podría sumarse alguno más. No existe ningún proceso abierto contra ellos, por lo que quedarán en libertad en cuanto pisen suelo español, pero estarán sometidos a vigilancia y no podrán circular por la UE.

El director del CNI visita Estados Unidos dos semanas antes que el presidente

Fuentes gubernamentales indicaron ayer que "no ha habido ningún rechazo [a acoger a los reclusos propuestos], sino una selección [entre los ofrecidos]. La importancia es más cualitativa que cuantitativa. Se trata de arrimar el hombro para ayudar a enmendar un error", alegaron, en alusión a la decisión de la Administración Bush de abrir un presidio ilegal en Guantánamo.

La cifra de presos que serán acogidos en España es, según las fuentes consultadas, similar a la de otros países europeos (tres en Italia, uno en Francia, dos en Irlanda y Bélgica), por lo que aún falta mucho para alcanzar la cifra de 40 que EE UU quiere deportar a Europa. Se trata de aquellos que, sin tener causas pendientes ni representar supuestamente un peligro para los países de acogida, EE UU no quiere juzgar ni repatriar por temor a represalias.

En Guantánamo quedan unos 220 internos y la promesa de Obama es dejarlo vacío en enero de 2010, cuando cumpla un año en la Casa Blanca.

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La visita de Zapatero a Washington ha estado precedida por la de varios miembros de su Gobierno (Miguel Ángel Moratinos, Miguel Sebastián, Alfredo Pérez Rubalcaba, Carme Chacón y Beatriz Corredor). Una de las más significativas, sin embargo, ha sido la del director del servicio secreto, el general Félix Sanz Roldán, quien ha viajado a EE UU a finales de septiembre. Aunque no se ha facilitado ninguna información sobre esta visita, lo lógico es que el director del CNI se reuna con sus homólogos, los máximos responsables de la CIA y la NSA.

El general Roldán ya estuvo en Washington en marzo pasado, pero entonces estaba destinado en La Moncloa y, junto con el secretario general de la Presidencia del Gobierno, Bernardino León, se ocupó de tranquilizar al secretario de Seguridad Nacional de Obama, James Jones, sobre las consecuencias del anuncio de retirada de las tropas españolas de Kosovo.

Desfile sin embajador

En contra de lo previsto, Zapatero acudirá a la Casa Blanca sin que Estados Unidos tenga todavía embajador en España. La Administración Obama eligió al magnate Alan Solomont, un eficaz recaudador de fondos para el Partido Demócrata, y el Ministerio de Asuntos Exteriores le dio el plácet en un tiempo récord. Sin embargo, un senador republicano ha bloqueado su confirmación hasta que se le informe sobre los motivos de la destitución del inspector general de una agencia de voluntarios, financiada con fondos públicos y privados, que hasta ahora presidía Solomont.

El retraso en la confirmación no sólo impedirá al embajador acudir a la entrevista en la Casa Blanca, sino también al desfile de la Fiesta Nacional del lunes. La presencia del embajador tenía especial simbolismo por las tensiones que produjo en su día el hecho de que Zapatero, durante la guerra de Irak, no se levantara al paso de la bandera estadounidense. Le sustituirá el encargado de negocios, Arnold Chacón.

De Washington a Jerusalén

Seguramente no por casualidad la primera visita oficial de Rodríguez Zapatero a Washington precederá en sólo 48 horas a su primera visita oficial a Israel. Zapatero ha estado varias veces en EE UU -la última en septiembre, en la Asamblea General de la ONU y en la cumbre del G-20-, pero nunca en visita bilateral. También estuvo en enero en Jerusalén, pero acompañado por los líderes de Alemania, Francia e Italia, tras la cumbre de Sharm El Sheik (Egipto), que siguió a la guerra de Gaza. Obama no necesita mediadores en Oriente Próximo -ya tiene a George Mitchell-, pero el hecho de que Zapatero vaya a la región tras pasar por el Despacho Oval puede convertirlo en portador de algún mensaje; especialmente, para el presidente sirio, Bashar al Assad, en pleno proceso de acercamiento a Washington. Tras Damasco, Jerusalén y Ramala, Zapatero concluirá su gira con una visita a las tropas españolas en el sur de Líbano.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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