El apoyo del PSOE al 'blindaje vasco' allana el voto del PNV al Presupuesto

Una conversación entre el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el presidente del Partido Nacionalista Vasco (PNV), Iñigo Urkullu, ha allanado el camino para que el Ejecutivo socialista corone con éxito sus segundos Presupuestos de la legislatura al contar, si nada acaba torciéndose, con los seis votos de los peneuvistas en el Congreso de los Diputados. De esta forma, podría ponerse fin a la hostilidad política que el PNV ha mantenido con los socialistas desde que Patxi López se alzara con la presidencia del Gobierno vasco con apoyo del PP, tras las últimas elecciones autonómicas en Euskadi.

El primer gesto lo hará hoy el Grupo Parlamentario Socialista al apoyar en el Congreso la toma en consideración de una proposición de ley del Parlamento vasco por la que se elevan a rango de ley las normas que se aprueben en las diputaciones forales vascas. Esto significa que las normas que emanen de las diputaciones forales sólo podrán ser recurridas ante el Tribunal Constitucional y no ante tribunales ordinarios como ahora ocurre.

El Gobierno descarta cambiar la fiscalidad de las sociedades de inversión variable

De esta manera, se pondría fin a que particulares o Parlamentos de otras comunidades recurran ante los tribunales ordinarios normas que emanan de las diputaciones. Tendrán que ir al Constitucional. Este cambio ha sido denominado "blindaje de las normas forales vascas", aunque desde el PSOE se rechaza este concepto. "No se blinda nada sino que se cambia de jurisdicción: de los tribunales ordinarios al Constitucional", remachan fuentes parlamentarias socialistas.

Mientras que el Congreso debate esta proposición de ley, que defenderán en la tribuna tres parlamentarios de la Cámara vasca (PNV, PSE y PP), el portavoz del PSOE en esa Cámara, José Antonio Alonso, afrontará el primer día de negociación oficial sobre los Presupuestos para el próximo año. Ahora le toca al Grupo Socialista mover ficha, después de haber escuchado oficiosamente las peticiones de todos los grupos.

Y la moverá en el terreno de la subida de impuestos, para gravar a las rentas más altas en una proporción mayor de lo que figura en el proyecto de Presupuestos que aprobó el Consejo de Ministros. Ese proyecto refleja que hasta 6.000 euros de plusvalías se tributa al 19% y a partir de esa cantidad, al 21%.

"Se trata de mejorar la equidad y la progresividad fiscal a través de las rentas de capital", señalan fuentes conocedoras del "margen" que tiene Alonso para negociar. La discusión sobre este margen se ha producido en varias reuniones al más alto nivel del Gobierno, el partido y el grupo parlamentario. En estas discusiones han ganado, al menos inicialmente, las tesis defensoras de hacer más escalas, de modo que las plusvalías de los grandes capitales y fortunas tributen por encima del 21%. La discusión sobre gravar a las grandes fortunas a través de las Sicav (Sociedades de Inversión de Capital Variable), que ahora tributan al 1%, casi está descartada. El argumento es que cuando el titular de una Sicav quiere hacer uso de su capital tributa como cualquier renta de capital, que es donde aumentará la progresividad.

También queda en suspenso la posibilidad de subir el IRPF.