El quinto muerto por la nueva gripe no llegó a ser diagnosticado

Aún no ha llegado el otoño a España, pero el H1N1 ya ha demostrado que puede llegar a ser muy agresivo. Esta semana se cobró su quinta víctima, un individuo que desconocía tener el virus, porque no se analizó hasta que ya estaba muerto.

Se trata de un argelino de 45 años que vivía en Teulada (Alicante). A pesar de que falleció el lunes, su caso no se conoció hasta ayer, cuando se conocieron los resultados de la necropsia: "proceso de neumonía bilateral por gripe A". El hombre, que tenía patologías renales previas, falleció en la ambulancia que le llevaba al hospital de Dénia.

Se encontraba muy mal y había llamado a los servicios de emergencia. Vivía solo y no tenía ninguna familia en España. Sufría hipertiroidismo, hipertensión y anemia, además de los problemas renales por los que llevaba en tratamiento desde 1993. También se había sometido a un trasplante de riñón que su cuerpo había rechazado. Por eso iba periódicamente al hospital para someterse a hemodiálisis y hacerse pruebas. Tras su llamada de socorro, los médicos que acudieron a su casa no lograron estabilizarlo. Por eso, decidieron trasladarle al hospital de Dénia. No llegó. Falleció en la ambulancia, de camino al centro sanitario. Por eso, el juzgado de guardia de Dénia dictaminó que se le hiciese la autopsia. Sus resultados se conocieron ayer.

La víctima tenía problemas renales, hipertiroidismo e hipertensión

España puede llegar a una expansión del virus tan rápida como en Inglaterra

La nueva gripe se ha cobrado cinco vidas en un mes. Y llama la atención que tres de esos cinco fallecidos sean inmigrantes.

A la muerte conocida ayer se suman la de la joven de origen marroquí Dalila Mimouni, que falleció hace casi un mes en el hospital Gregorio Marañón de Madrid. Sanidad afirma que tenía asma, algo que la familia niega. El 9 de julio se producía la segunda muerte, la de un varón de 41 años que falleció en el hospital Doctor Negrín de Gran Canaria. Tenía problemas de salud anteriores.

El tercer y el cuarto fallecimiento se produjeron el 16 de julio. Ese día moría una mujer nigeriana de 33 años en Palma de Mallorca, que había ingresado en el centro hospitalario con una identidad falsa, y que no padecía ningún tipo de enfermedad de base. El quinto fallecido sí tenía problemas previos. Padecía enfermedad pulmonar obstructiva crónica (Epoc). Murió en el hospital de La Paz, de Madrid, a los 73 años. En España hay ya 1.538 casos de nueva gripe, según Sanidad. Además, hay 17 personas ingresadas en estado grave. "Nos espera un otoño y un invierno complicados. Lo que pasa en Reino Unido [donde los afectados sólo en Inglaterra ascienden a 100.000] sucederá también en España", afirmó ayer Manuel Cervera, consejero valenciano de Salud. Intentó, sin embargo, tranquilizar a la población: "Más contagios no han significado un mayor índice de mortalidad, y entre los jóvenes, que son el grupo donde se han producido más casos, la mayoría ha evolucionado favorablemente".