El acierto del Valladolid hunde al Murcia

El Real Valladolid ha vencido al Real Murcia en una demostración de plena efectividad, pues materializó en gol las tres ocasiones claras que tuvo en todo el partido, lo que le sirvió para acceder a los octavos de final de la Copa del Rey. El Murcia quería hacer bueno el resultado de la ida (1-1 en el estadio José Zorilla), y salió volcado, y en dos minutos generó oportunidades por parte de De Lucas y de Goitom, pero fue el Valladolid el que, en su primer acercamiento al área rival, estrenó el marcador al rematar el nigeriano Ogbeche desde el interior del área un buen pase de Capdevila.

Tras el tanto, el equipo de José Luis Mendilíbar permaneció pertrechado en defensa ante un adversario que llevó claramente la iniciativa y que dispuso de oportunidades para incluso haberle dado la vuelta al marcador antes del descanso con remates de De Lucas, Movilla y dos de Íñigo. La justa recompensa al juego del Murcia en su versión más ofensiva de la temporada llegó en una acción a balón parado. Un córner botado por De Lucas, fue cabeceado por Ochoa y Richi, también de cabeza en la boca de gol, logró el empate. El propio Richi pudo conseguir el 2-1, pero su remate encontró la respuesta de Alberto todavía en la primera parte.

En la reanudación se repitió la historia. La primera ocasión visitante, también en el minuto 10 del periodo, fue gol al cabecear a la red Camacho otro extraordinario centro de Capdevila. El Valladolid, con dos goles en sus dos únicas ocasiones, tenía la eliminatoria en el bolsillo, pues a los de Lucas Alcaraz le hacían falta otros dos tantos para superar la ronda. El técnico grana apostó entonces por reforzar el ataque y el delantero Baiano sustituyó al defensa De Coz. El cambio quedó prácticamente sin efecto, pues acto seguido un rápido contragolpe fue aprovechado por el uruguayo Estoyanoff para batir a su compatriota Carini dictando así sentencia. La media hora final fue de mero trámite y, con todo decidido, los aficionados aguardaban la conclusión para ahorrarse el intenso frío que debieron soportar. El segundo tanto local, conseguido por Íñigo en el uno contra uno con Alberto, algo animó al conjunto y a la parroquia grana, pero era tarde para pensar seriamente en la remontada.