Villa responde a Eto'o

Picado y superado el sábado por Eto'o en la lucha por el Pichichi, Villa reaccionó ayer como se esperaba: marcando. Igualó la marca del delantero camerunés, nueve goles en ocho partidos, en la única oportunidad de la que dispuso, tras remachar en escorzo un rechace del portero Riesgo a un cabezazo de Mata. Esa es la diferencia entre Eto'o y Villa. El primero vive en la abundancia atacante en el Barça. El segundo aprovecha cualquier atisbo de gol en el Valencia. Si los respetan las lesiones, se espera un duelo apasionante entre ambos.

El pistolero asturiano le salvó la tarde a un Valencia un tanto melifluo, sin la voracidad que se le supone al líder, aunque con la seriedad táctica de siempre. El tanto le permite conservar el liderato y firmar el mejor arranque liguero de la historia. Hay que agradecérselo a la serenidad de Emery, que ayer, sin embargo, se marchó con un sabor agridulce. Se quedó a medias ante un Recreativo muy defensivo que suspiraba por el empate. El nuevo equipo de Lucas Alcaraz se limitó a ceder el balón y el campo ?el Valencia llegó a tener un 73% de posesión del balón? a la espera de cazar algún contraataque. Lo hizo al comienzo del segundo tiempo. El imprevisible Javi Guerrero condujo la contra, se zafó de Albiol y entregó el balón a Camuñas, que lo esperaba en la media luna. El extremo entró en el área y eso provocó la inhibición de Moretti, que quiso marcarlo a distancia. Camuñas disparó fuerte y ajustado junto al poste izquierdo de Renan.

Al Valencia le quedaba toda la segunda parte por delante para saber sobre su capacidad de reacción. Emery retiró al irrelevante Angulo en favor de Vicente, que enviaba a a su vez a Mata a la media punta. Eso le dio mayor fluidez entre líneas al cuadro de Emery. Lo aprovechó Joaquín para soltar a su marcador antes de centrar suave desde la derecha. Le esperaba Mata en el centro completamente solo. Cabeceó cruzado y obligó a una buena aunque insuficiente estirada de Riesgo, pues al rechace lo cazó Villa, mucho más rápido que los centrales.

El empate abrió el apetito de Emery, que introdujo de inmediato a Baraja por Albelda. Un mensaje optimista. Había curiosidad por ver cómo se saludarían ambos ex capitanes al cruzarse, pero lo resolvieron con una palmadita muy profesional. Baraja mejoró la distribución valencianista durante los siguientes minutos. Y se acentuó el acoso hasta que Lucas Alcaraz reaccionó. El técnico andaluz cambió a su pareja de delanteros (entraron Colunga y Martins) y con ellos se refrescó el ataque, que también dio síntomas de poder ganar. Eso asustó a Emery, que retiró a Manuel Fernandes para que Marchena apuntalara el centro del campo. Esta vez el mensaje era defensivo.

Al final, la gente del Recre, que sólo suma dos tantos en casa, celebró el empate ante el líder como un triunfo, mientras que el Valencia también lo dio por bien empleado. Sabe Emery que tiene un problema fuera de casa, donde su equipo apenas ha marcado seis goles en cuatro salidas, la mitad de los que cosecha en Mestalla (12).