El Fuenlabrada logra una gran remontada ante el Menorca
El equipo madrileño vence después de tener una desventaja de hasta dieciocho puntos en el marcador
El Fuenlabrada hizo valer su condición de local y, fiel a la tradición en los enfrentamientos entre ambos equipos, que dicta que siempre vence el local, obtuvo un sufrido a la vez que valioso triunfo ante el Vive Menorca, que llegó a ir ganando hasta por 18 puntos de diferencia en el segundo cuarto.
El cuadro visitante completó 13 minutos, los primeros del partido, esplendorosos. Resultó especialmente significativo el parcial a su favor obtenido en los primeros tres minutos del segundo cuarto (0-14), aprovechándose de su dinámica con tintes ganadores y de la desaparición de la defensa del Fuenlabrada. La balanza parecía inclinarse de forma diáfana del lado del equipo balear (19-37).
FICHA DEL PARTIDO
91 - Alta Gestión Fuenlabrada (19+23+27+22): Mainoldi (6), Valters (15), Blanco (22), Ramos (8) y Oleson (22) -equipo inicial-, Tskitishvili (6), López, Bueno (11), Sandes y Paraíso (1).
80 - ViveMenorca (23+20+20+17): Jeter (20), Boisa, Stojic (11), Bazdaric (14) y Eley (9) -equipo inicial-, J. Fernández (7), Otegui (4), M. Fernández (9), Markota y Guzmán (6).
Árbitros: Redondo, Jiménez y Munar. Eliminaron por cinco personales a los locales JP Ramos (m.36) y Bueno (m.38).
Incidencias: partido correspondiente a la séptima jornada de la liga ACB disputado en el Pabellón Fernando Martín de Fuenlabrada ante unos 5.200 espectadores.
Apelando a su perfil de activo combatiente poco dado a la rendición, el Fuenlabrada obró otro pequeño milagro en los últimos siete minutos antes del descanso al conseguir un parcial de 16-3 y llegar al descanso con sólo dos puntos de desventaja (42-44). La reacción fue, sobre todo, de la defensa. De no defender nada se pasó a defender a cualquier precio, mientras que en el apartado ofensivo, el base letón Kristaps Valters y el máximo anotador de la Liga ACB, el escolta oriundo de Alaska Brad Oleson, se pusieron al mando de las operaciones.
Esta dinámica supuso que el partido estuviera prácticamente finiquitado a mediados del tercer cuarto (60-48, minuto 34). La suerte estaba echada. El técnico de los baleares, Ricard Casas, intentó que su equipo reaccionara y provocó una técnica, pero hasta el final hubo más emoción que sufrimiento y el AG Fuenlabrada consiguió el triunfo por 11 puntos de diferencia.
