Contador se vacía y pierde el liderato

El ciclista español Luis León Sánchez (Caisse d'Epargne) ha revolucionado la París-Niza en su séptima etapa, disputada entre las localidades de Manosque y Fayence (191 kilómetros) arrebatándole el maillot amarillo de la prueba al también español Alberto Contador, que sufrió un serio bajón tras quedarse sin fuerzas a 15 kilómetros de la meta. El corredor del Caisse fue el gran protagonista del séptimo y penúltimo capítulo de la ''Carrera del Sol'' y se alzó con la victoria al lanzar un ataque entre el grupo de escapados, donde se encontraban los primeros clasificados en la general. Contador no pudo seguirlo, y acabó desfondado a más de 3 minutos del vencedor de la etapa para quedarse cuarto en la general a 1 minuto y 50 segundos del nuevo líder.

"A 40 km de meta me he quedado solo y aunque estaba respondiendo bien a todos los ataques, a falta de 15 km se me ha vaciado el cuerpo completamente. Me he quedado sin fuerzas. A partir de ese momento el objetivo era sólo llegar a meta. No hay que darle más vueltas", ha reconocido Contador.

La carrera estaba focalizada en los escapados, que además eran lo más nutrido del pelotón, clasificados todos ellos entre los diez primeros. Al lado de Contador pedaleaban los españoles Antonio Colom (Katyusha), Luis León Sánchez, además del hasta ayer líder Chavanel (Quick Step) y otros como Franck Schleck (Saxo Bank) o su compañero, el alemán Jens Voigt. En ese grupo la historia parecía no salirse del guión. Alternando el ritmo de carrera, a la vez que el mando de la misma, Luis León paró el tiempo cuando se dirigió a Contador. Algo le dijo al oído y el murciano ante la omisión del madrileño tiró hacia delante con un ritmo endiablado para romper la carrera.

"Luisle vino a decirme que iba a atacar para ganar la etapa y yo le contesté que adelante, que estábamos en una carrera y cada uno tenía que hacer su trabajo. Me ha gustado mucho su gesto, lo reconozco, pero no hablamos en absoluto de colaborar, porque además hoy yo no tenía ninguna intención de disputar la etapa", cuenta el de Pinto. El ataque le ha dado el liderato, la etapa y por supuesto la oportunidad de alzarse mañana con una nueva Vuelta, tras su triunfo en el Tour de Mediterráneo.

Luis León, con una cadencia impresionante, miró atrás y de dio cuenta de que su ventaja podría ser definitoria. Y tanto que lo fue, que ni el propio Contador, que ayer dio una auténtica exhibición, pagó caro su esfuerzo. Tras el ataque del murciano del Caisse, el resto del grupo se quedó rezagado hasta que a falta de tres kilómetros Chavanel volvía a romper la carrera con un ataque que siguieron Colom y Schleck, pero no un Contador roto, que no pudo con el último de los diez puertos del día.

Pese a su "pájara" de hoy, Contador asegura que está satisfecho: "Estoy muy contento porque he podido comprobar mi mejora en contra reloj, después de tanto entrenarme y también he hecho un test diferente en la Montaña de Lure, atacando a muchos kilómetros de meta para ver qué diferencias hacía. Por supuesto, a todos nos gusta ganar", admite, "pero tampoco puedo ser siempre el vencedor. Es bueno ver que a todos nos flaquean las piernas, aunque sigo estando muy contento de lo que he hecho en esta carrera. Es un paso más en mi preparación"

Así, mañana se disputará la octava y última etapa de la carrera, que discurre sobre un recorrido de 119 kilómetros en la ciudad de Niza con tres puertos de primera categoría incluidos. Luis León deberá defender su maillot ante un último y poco probable ataque de Contador, quién puede salir herido.