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FÚTBOL | REAL MADRID

Kaká y dinamita

El Madrid exhibe su pegada ante el Borussia gracias a la conexión del brasileño con Robben

Kaká vio por el rabillo del ojo a Granero tirando la diagonal. Tenía el balón bajo el pie y la frente alta. Hizo un gesto suelto y metió el taconazo. El pase fue preciso al espacio. Granero recibió solo ante Weidenfeller y definió al rincón. Este instante de inspiración adelantó al Madrid en el arranque del penúltimo amistoso de una pretemporada que ha servido de poco.

La jugada del gol de Granero confirmó que la abundancia de talento y pólvora sacará al Madrid de más de una dificultad en los meses venideros. El técnico, Manuel Pellegrini, no parece muy seguro ni del esquema ni de los ejecutantes. Lo raro sería que lo tuviese claro. Los muchachos son muy buenos, pero son muchos, están recién llegados, y siguen sin encontrarse. La prueba es que a la media hora de partido, Pellegrini verificó tantos problemas de funcionamiento que mandó a calentar a Robben. El viejo Robben.

BORUSSIA 0 - 5 REAL MADRID

Borussia Dortmund: Weidenfeller (Ziegler, 46), Koch (Owomoyela, 46), Subotic (Hunnemeier, 46), Santana (Hummels, 46), Dede (Schmelzer, 63); Tinga; Kuba (Hajnal, 46), Grosskreutz (Özdekin, 63), Sahin (Bender, 46); Barrios (Valdez, 46) y Rangelov (Zidan, 46).

Real Madrid: Iker Casillas; Albiol, Metzelder (Drehte, 77), Pepe, Marcelo (Garay, 77); Xabi Alonso, Diarra; Cristiano Ronaldo, Kaká (Raul, 77), Granero (Robben, 46); y Benzema (Higuain, 70).

Goles: 0-1, min 3: Granero, 0-2, min 47: Robben. 0-3, min 73: Higuain. 0-4, min 76: Kaká, de penali. 0-5, min 90: Raúl.

Árbitro: Torsten Klinghofer. Mostró tarjeta amarilla a Marcelo.

Incidencias: partido amistoso disputado en el Iduna Park de Dortmund.

Pensando en la suspensión que impedirá a Pepe empezar la Liga, Pellegrini formó el eje de la defensa con Metzelder y Albiol. Alentado por este espíritu experimental, el técnico trasladó a Lass al lateral derecho y en su lugar ubicó a Pepe. No se sabe con qué fin. Lo cierto es que Pepe nunca resolvió con serenidad los problemas que encontró en el medio centro. Hizo todas las coberturas, acudió a todas las presiones, basculó a la derecha y a la izquierda. Y si tuvo la pelota, la trasladó ansioso, hasta el área contraria incluso. Cuando el árbitro pitó el final, Pepe no había dejado ni un metro de cancha sin pisar.

El fútbol tiene especialistas. Para ocupar el medio centro, el Madrid fichó a Xabi Alonso. Ayer Pepe, seguramente inspirado en las mejores intenciones, estorbó a Xabi Alonso. El resultado fue que el juego del Madrid careció de orden y continuidad. La presión del Borussia, que adelantó sus líneas, desconcertó al Madrid. Perdido el balón, Ronaldo y Benzema no recibieron ni las sobras. Se desquiciaron. A Xabi Alonso sólo le quedó el recurso del pase largo buscando la velocidad de Benzema. No hubo caso. Benzema se quedó frente a Weidenfeller una vez, pero el portero le achicó bien el ángulo de tiro.

El Borussia se estiró y Casillas empezó a sufrir. Cada córner, cada falta lateral, era un remate fijo. El Madrid se mostró inseguro en la defensa de las jugadas a balón parado. Arreciaron los cabezazos. Barrios y Rangelow pegaron un par de frentazos. Luego Kuba intentó el mano a mano con Casillas. El portero mantuvo su arco imbatido.

Pellegrini cambió a Robben por Granero en el descanso. La entrada del holandés no mejoró mucho la circulación pero aseguró una ocupación más eficiente de los espacios. Con Robben, el Madrid recuperó a su estilete más afilado. El hombre tiene una velocidad asombrosa y ha hecho buenas migas con Kaká. El brasileño le interpreta los desmarques y las querencias. Así fue a la salida de un córner. Kaká se lo botó y Robben lo empalmó en el balcón del área, con mucha clase. Fue una volea preciosa. Un golazo.

Robben celebró su gol corriendo hacia el banquillo para dedicárselo a Wesley Sneijder. Su compatriota pasó una mala jornada. Por la mañana, los dirigentes del Madrid le anunciaron que se tiene que buscar equipo porque ni el entrenador contará con él, ni el club desaprovechará la ocasión de venderle. El presidente, Florentino Pérez, quiere cash flow. Así que Sneijder no se puso las botas.

Higuaín y Raúl entraron en el último tramo del encuentro. El Westfalenstadion era una fiesta y el partido estaba desbocado. Kaká volvió a conectar con Robben y Robben vio a Higuaín. El argentino la enchufó. Fue el tercer gol. El cuarto lo metió Kaká después de que Robben sufriera un penalti. Otra vez, la sociedad que mejor funcionó no la formaron Kaká y Ronaldo sino Kaká y Robben. Caprichos del fútbol.

Un balón llovido a la espalda de la defensa del Borussia fue hábilmente aprovechado por Raúl, que culminó la goleada.

El jugador del Real Madrid Kaká celebra un tanto con su compañero Cristiano Ronaldo.
El jugador del Real Madrid Kaká celebra un tanto con su compañero Cristiano Ronaldo.AP

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