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Crisis financiera mundial

La economía británica se contrae por primera vez desde 1992

El país afronta una dolorosa recesión tras la caída del 0,5% del PIB en el tercer trimestre por el frenazo del consumo y la inversión

La economía británica se estanca más rápido de lo esperado tras caer un 0,5% en el tercer trimestre del año, la primera contracción en 16 años al mismo tiempo que aumenta el temor a que Reino Unido se enfrenta a una dolorosa y profunda recesión por el frenazo del consumo y la inversión.

Según los datos hechos públicos este viernes por el instituto nacional de estadísticas del país, el Producto Interior Bruto se ha reducido un 0,5% entre julio y septiembre con respecto al trimestre anterior, frente al 0,2% previsto por los analistas, por primera vez desde el segundo trimestre de 1992 y ha registrado su contracción más pronunciada desde el último de 1990. A pesar de este retroceso, el dato correspondiente al conjunto del año se mantiene en positivo con una nimia subida del 0,3%, en cualquier caso la tasa más baja desde mediados de 1992.

Tanto el primer ministro británico, Gordon Brown, como el gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King, admitieron por primera vez esta semana que el Reino Unido está entrando en recesión, la cual se define como dos trimestre consecutivos con retroceso del PIB.

Con esta caída en el tercer trimestre, la economía británica continúa su contracción, ya que creció un 0,9% en el segundo trimestre de 2007; un 0,6%, en el tercero y el cuarto; un 0,3%, en los primeros tres meses de 2008, y finalmente se estancó el segundo trimestre. Por actividades, tanto la producción industrial como la manufacturera cayeron un 1% entre el segundo y el tercer trimestre, mientras que la construcción lo hizo en un 0,8%. El sector servicios, por su parte, se redujo un 0,4% -la distribución, los hoteles y los restaurantes decrecieran un 1,7%-, mientras el sector financiero y de negocios se contrajo un 0,4%.

El Instituto Nacional para la Investigación Social y Económica (NIESR) pronosticó esta semana que la economía del Reino Unido decrecerá un 0,9% en 2009 (lo que supondría el primer año completo de recesión desde 1991), con una caída generalizada del consumo y la inversión.

Malas previsiones

Asimismo, la agencia de calificación Standard & Poor's (S&P) afirmó también que la economía británica retrocederá un 0,2% en 2009, tras crecer un 1% este año, mientras que la firma asesora de servicios Ernst & Young ITEM Club pronosticó para el año que viene un retroceso del 1%.

A los malos datos del PIB británico se suman los relativos al empleo y el consumo. Así, el desempleo subió en 164.000 personas entre junio y agosto, hasta situarse en 1,79 millones de parados, el nivel más alto desde 1999. Esta cifra equivale al 5,7% de la fuerza laboral del país.

Por su parte, las ventas minoristas subieron en septiembre un 1,8% respecto al mismo mes de 2007, su menor tasa interanual desde febrero de 2006, aunque la caída mensual del 0,4% fue menor a la esperada por los analistas.

A la hora de establecer su política monetaria, el Banco de Inglaterra se está viendo obligado desde que comenzó la crisis a decidirse entre dos problemas cuya solución requiere acciones contrapuestas. La ralentización de la economía invita al instituto emisor a rebajar de nuevo los tipos de interés -actualmente en el 4,5%- como hizo hace unas semanas en una maniobra conjunta con el resto de bancos centrales, pero el crecimiento de los precios -el IPC alcanzó en septiembre el 5,2% en tasa interanual- reduce mucho la capacidad de maniobra del BoE (por sus siglas en inglés).

La venta de alimentos baja por primera vez en dos décadas

Las ventas de los alimentos en el Reino Unido han bajado por primera vez en veinte años, según cifras oficiales británicas, que sugieren que las familias están reduciendo la compra de carne y otros productos de más valor. El diario The Daily Telegraph señala hoy que los minoristas se quejan de que los consumidores optan por productos más baratos y están dejando de hacer la compra en los mayores supermercados.

En cambio, los consumidores acuden a cadenas que ofrecen descuentos en buena parte de sus productos, como Aldi y Lidl. Esta es la primera vez que las cifras indican que la gente está reduciendo los alimentos de la canasta familiar, añade el periódico.

Según la Oficina Central de Estadísticas (ONS, siglas en inglés), el volumen de ventas en las tiendas de alimentos ha descendido un 0,1% en los últimos tres meses hasta el pasado septiembre, comparado con el mismo periodo del año anterior.

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