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Quintás cree que las autonomías perjudican a las cajas y frenan las fusiones

Hasta junio ganaron un 32% menos por la morosidad

La situación financiera de las cajas de ahorros se deteriora a toda velocidad, mientras los gobiernos autonómicos se preocupan de ver si el fondo de rescate de entidades les quita o no competencias. Ante la parálisis que sufre el sector por la ingerencia política, Juan Ramón Quintás, presidente de las cajas, ha cargado hoy con enorme dureza contra los políticos y los ejecutivos autonómicos, que están vetando fusiones. Durante la presentación de resultados del primer semestre, les ha llamado "órganos extraños a las cajas", "perturbadores" y les ha acusado de "frenar oportunidades de fusión que ya probablemente no se harán". También les ha recordado que son responsables de las entidades con problemas porque tienen capacidad de supervisión, un disparo que puede poner nervioso a más de uno o una.

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Quintás, que en mayo dejará su cargo, ha denunciado a los políticos por no haber cumplido sus promesas sobre la reforma de la ley de cajas y lo ha hecho en la sede de Caja Granada, una entidad que ha pedido que nadie le marque su futuro con fusiones diseñadas desde la Junta de Andalucía.

Entre las comunidades que estudian recurrir el FROB (Fondo de Reordenación Ordenada Bancaria) por perder competencias están Extremadura, Andalucía, Cataluña (entre las socialistas) y Galicia y Madrid (de las populares). Estas reclamaciones podrían ralentizar aun más las ayudas públicas cuando parece que el tiempo se acaba para algunas entidades. No obstante, la patronal no espera que ninguna caja (salvo CCM) tenga pérdidas en 2009 e incluso que cinco aumentarán beneficios.

Las cajas ganan un 32% menos

Hasta junio, las cajas ganaron 3.445 millones, un 32,7% menos que en el primer semestre del año anterior. Estas cifras ha sido consideradas por Quintás y Juan Antonio Olavarrieta, director general, como relativamente satisfactorias. Las provisiones por morosidad subieron un 70%, y la tasa de impagados llegó al 5,17% hasta agosto.

La patronal de las cajas cree que, en contra de sus previsiones, la morosidad se quedará en el 6% y no llegará al 7% como anticiparon. Pero Quintás no quiere ni un momento de respiro. "Queda un año y medio muy duros por el aumento del paro y la morosidad. Estamos en medio de la tormenta perfecta y todavía queda la travesía del desierto", ha apuntado el presidente de las cajas y ha terminado con una frase enigmática: "Espero que estemos haciendo lo necesario".

La CECA ha negado que se haya cerrado el grifo del crédito (ha subido un 0,8% al sector privado), pero ha reconocido que hay pánico a los préstamos fallidos porque acaban con la solvencia de las entidades. "La solvencia es el problema planetario para el sector financiero y no deja de ser castizo que en este país se trate como si fuera un asunto regional. Si un órgano puede inspeccionar una caja, está en la comisión de control e incluso aprueba los créditos más importantes. ¿No es responsable de su insolvencia? ¿Cómo se pueden vetar las ayudas con dinero público? Allá cada uno con su concepto de Estado", ha espetado. Quintás ha recordado que lo que está en juego es la mitad del sistema financiero por lo que ha comentado que no le parecería mal que se posicionara el Tribunal Constitucional. Por último no ha querido posicionarse sobre cómo lo está haciendo el Banco de España. "Se lo digo a ellos en privado".

José Ramón Quintás, durante su intervención en la asamblea.
José Ramón Quintás, durante su intervención en la asamblea.EFE

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