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El PP acusa al Gobierno de "discriminar" con su modelo de financiación

La oposición y las comunidades gobernadas por el PP critican la reunión celebrada ayer entre Zapatero, Montilla y Chaves

El PP ha salido este domingo en tromba a denunciar las negociaciones que lleva a cabo estos días el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero para cerrar un modelo de financiación autonómica a gusto de todos los territorios. La presidenta del PP en Madrid, Esperanza Aguirre, ha dicho que "hacer un traje a medida a Cataluña es discriminatorio e intolerable", en respuesta a la reunión que el sábado mantuvo Zapatero con el presidente catalán José Montilla para acercar posiciones. El encuentro, en el que se trató el modelo y no las cifras, terminó sin acuerdo, aunque las partes señalaron que hubo avances.

A juicio de Aguirre, lo que tiene que hacer el Gobierno es consensuar el nuevo sistema de financiación con las 15 comunidades autónomas de régimen común, pues "negociarlo sólo con una autonomía atenta contra el principio de multilateralidad y equidad". "El derecho a la negociación y la igualdad en el tratamiento es la base de cualquier sistema que pretenda ser consensuado y al mismo tiempo útil para los ciudadanos, que son los que reciben los servicios que prestan por igual todas las comunidades autónomas", ha manifestado. Según Aguirre, el nuevo sistema debe recoger la financiación suficiente para los más de 6 millones de habitantes nuevos que hay en España desde 1999, de los que 1,1 millones residen en Madrid, y debe hacerlo "en igualdad de condiciones y sin privilegios a nadie".

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La presidenta del PP catalán, Alicia SánchezCamacho, ha opinado que la reunión Zapatero-Montilla fue para preparar un "acuerdo-trampa" para Cataluña. En un comunicado, Sánchez-Camacho ha valorado que la reunión en La Moncloa fue "un episodio lamentable" y ha reclamado que se de a conocer antes del 31 de diciembre "una cifra suficiente y necesaria para hacer frente a las necesidades de los catalanes".

"Es una vergüenza que lo haya hecho en secreto, de tapadillo y de espaldas a todos los ciudadanos de toda España". Así ha calificado la reunión la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal. "Es una vergüenza que el presidente socialista de España haya estado negociando en secreto con el presidente socialista de Cataluña lo que va a ser la financiación autonómica de todos los españoles", ha concluido.

Las críticas al Gobierno también han llegado desde Valencia. El presidente de la Generalitat, Francescisco Camps ha asegurado en un comunicado que el modelo de financiación "debería plantearse de modo diferente de cómo lo está haciendo el Gobierno de España" y ha destacado que debería de producirse esta reunión "entre los dos máximos dirigentes de los dos partidos más importantes de España que aglutinan el 90 por ciento de los votos de todos los españoles". Camps ha abogado también por una reunión entre el ministro de Economía, Pedro Solbes, y los consejeros de cada una de las comunidades autónomas.

Defensa de las reuniones bilaterales

El vicepresidente de la Junta de Andalucía, Gaspar Zarrías, ha salido al paso de las críticas, asegurando que la presencia de Chaves en la reunión de ayer es como "garante" de que el acuerdo será multilateral entre todas las comunidades.

"A mi Manolo Chaves me representa como socialista no como extremeño. Como extremeño me represento yo y yo represento a los extremeños", ha asegurado el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara en declaraciones a la Cadena SER . Fernández Vara ha llamado sin embargo a un "esfuerzo de todos", pero que "nadie tenga la sensación de que está representando a nadie". El presidente extremeño considera que el encuentro de ayer muestra que hay "una intención de ir salvando escoyos", por lo que ha asegurado que no duda de que habrá reuniones con el resto de presidentes autonómicos a lo largo de la semana.

Mientras, el presidente catalán, José Montilla, ha admitido que hay todavía "sombras" en el futuro de los catalanes pero también "motivos para la esperanza". No obstante, los socialistas catalanes han advertido de que no cerrarán un mal acuerdo con el Ejecutivo aunque se llegue a la fecha límite del 31 de diciembre.

El Ejecutivo defiende que es perfectamente compatible que haya reuniones conjuntas con todas las comunidades autónomas, y al mismo tiempo con los gobiernos regionales por separado, en respuesta a las críticas que ha recibido en las últimas horas del PP tras las reuniones mantenidas con los presidentes de Cataluña y Andalucía.

También el titular de la Xunta de Galicia, Emilio Pérez Touriño, tratará de "cerrar un acuerdo" con el jefe del Ejecutivo en una reunión que tienen prevista para los próximos días.En ese encuentro, Pérez Touriño instará a Zapatero a que Galicia cuente "con mayor autonomía financiera, más corresponsabilidad fiscal y un elevado grado de suficiencia financiera".

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