Madrazo: "EB nunca votaría sí a la independencia de Euskadi"

"Ezker Batua-Berdeak defiende la República Federal como modelo de Estado, y, en consecuencia, nunca votaría sí a la independencia de Euskadi en un hipotético referéndum". Javier Madrazo, consejero de Vivienda y Asuntos Sociales en el Gobierno Vasco, se ha expresado en estos términos en una charla digital con los lectores de ELPAÍS.com, en la que se ha mostrado en contra de la autodeterminación, aunque ha matizado que defiende "el derecho a decidir, porque siempre ha sido una reivindicación de la izquierda".

El líder de EB, una partido que se autodefine como "formación política vasca de izquierdas", ha sido interpelado por la aparente contradicción que existe al haber formado gobierno con "la derecha católica vasca", en referencia a su coalición con el PNV. Según Madrazo, "un pacto de gobierno no implica sumisión" y lo ha justificado por ser "positivo y necesario para liderar políticas de izquierda". Sin descartar a ninguna formación para futuras coaliciones, Madrazo ha insistido en que si forma parte del nuevo Gobierno "será porque haya un programa de izquierdas".

Madrazo ha repasado su programa económico, cuyo punto central es la creación de 100.000 puestos de trabajo. Ante la pregunta de cómo logrará su promesa, Madrazo ha apostado por reformar el sistema financiero y fiscal mediante un incremento del Impuesto de Sociedades al 35%, la recuperación del Impuesto de Patrimonio a las grades fortunas y la lucha contra el fraude fiscal existente. De acuerdo con sus cálculos, las medidas les permitirían ahorrar 5.000 millones de euros extras anuales para "crear empleo en educación, sanidad, dependencia, energías renovables, tecnología o nuevas industrias".

Con respecto a ETA, el político vasco ha considerado que el fin de la banda terrorista llegará a través de la "deslegitimación de la violencia por parte de la izquierda abertzale y su apuesta por las vías pacíficas y democráticas". Aunque cree que la "eficacia policial y la colaboración internacional" son piezas claves, apuesta por una "mesa de diálogo democrático y plural" y critica medidas como la ilegalización de D3M y Askatasuna porque "ilegalizar ideas nunca es bueno" y esconden un "uso político y partidista".