El artífice de las mochilas del 11-M condenado a 15 años en Marruecos

Saad Husseini, del que la policía y la justicia española presuponen que puso a punto las mochilas repletas de explosivos del 11-M, fue condenado ayer jueves en Marruecos a 15 años de cárcel, cinco menos de los que pedía la fiscalía. La pena no le fue impuesta por su participación en la voladura de los trenes en Madrid en 2004 sino por su implicación en los atentados que ensangrentaron Casablanca un año antes.

El tribunal antiterrorista de Salé, la ciudad colindante con Rabat, condenó a Husseini, de 39 años, por "atentar contra la seguridad interior del Estado, constitución de banda criminal con el objetivo de preparar y cometer actos terroristas, recaudación y gestión de fondos" con fines delictivos "e incitación a perpetrar actos terroristas". Esos actos causaron, en mayo de 2003 en Casablanca, 46 muertos de los que 12 eran "kamikazes".

Juan del Olmo, el juez de la Audiencia Nacional que instruyó el 11-M, tenía fundadas sospechas de que Husseini, que residió en Valencia en los noventa y es licenciado en químicas, fue el artífice de las mochilas que causaron la muerte de 191 personas.

El magistrado viajó, en diciembre de 2007 a Salé, en el marco de una comisión rogatoria, pero Husseini se negó a proporcionar una muestra de saliva -la legislación marroquí se lo autoriza- que hubiese permitido establecer su ADN y compararlo con perfiles genéticos anónimos que aparecieron en la casa de Morata de Tajuña y el piso de Leganés, ambos frecuentados por terroristas.

Del Olmo tuvo más suerte con otro sospechoso, Abdelilá Hriz, que aceptó escupir en el tubo. Su ADN se correspondía con el que había sido hallado en los pelos de un peine y en una mancha de sangre en un pantalón hallados en ambas casas. Marruecos no extradita a sus ciudadanos pero, por primera vez, aceptó juzgar a uno por delitos cometidos en el extranjero. Hriz fue condenado en diciembre a 20 años por su participación en el 11-M.

Husseini estuvo en Afganistán en 2001 y 2002 y, a su regreso, fue detenido brevemente por la policía marroquí. Tras los atentados de Casablanca desapareció. Sí antes había sido, según la policía, el jefe de la comisión militar del Grupo Islámico Combatiente Marroquí, a partir de 2003 se dedicó a enviar a jóvenes marroquíes a luchar en Irak.

Junto con él fueron condenados por el tribunal de Salé otros 17 islamistas a penas de entre 3 y 15 años de cárcel, según informó la agencia de prensa marroquí MAP.