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Los Oscar seducen a 36 millones de estadounidenses

La 81 entrega de los premios de la academia recupera la audiencia perdida en ediciones anteriores

Más de 36 millones de estadounidenses siguieron por televisión la entrega de los Oscar celebrada la madrugada del lunes (hora española) en Los Ángeles, que apostó por revitalizar la ceremonia y devolverle los niveles de audiencia de años anteriores. Misión cumplida, ya que la emisión del acto consiguió logró finalmente un 13% más de espectadores que en 2008.

La cobertura de la cadena ABC duró de tres horas y media y mostró el triunfo de Penélope Cruz, que se alzó con la estatuilla de mejor actriz de reparto por su papel de María Elena en el filme de Woody Allen Vicky Cristina Barcelona y de la cinta Slumdog Millionaire, gran triunfadora de la noche con ocho de los diez premios a los que estaba nominada, incluyendo la categoría de mejor película y mejor director.

Aunque los premios de la Academia aún son el espectáculo de entretenimiento más visto en televisión del país, durante las últimas diez ediciones las cifras habían reflejado la gradual caída de la audiencia. En 1997, año en que Titanic recibió 11 estatuillas doradas, se consiguió un récord de 55 millones de espectadores, cifra que todavía no se ha llegado a alcanzar. En 2006 se vivió otro auge, ya que la ceremonia fue seguida por los mismos 36 millones que la vieron la noche del domingo.

Cambios y recesión

Tras los años de declive de la audiencia, la gala número 81 quiso dar un giro al evento. Para ello contrataron a Hugh Jackman, protagonista de Australia y reconocido intérprete de musicales. El tradicional monólogo cómico de apertura fue cortado y, en su lugar, Jackman interpretó dos piezas de canto y baile: una con Anne Hathaway y otra junto a Beyoncé, Zac Efron y Vanessa Hudgens.

Sin embargo, los críticos de televisión han escrito tibios comentarios sobre la presentación. Tom Shales del Washington Post ha opinado que Jackman fue "un talento versátil y lleno de energía", pero sostuvo que la introducción musical de los nominados a mejor película fue "sin sentido". Por su parte, Alessandra Stanley del The New York Times ha dicho que el actor australiano fue "una elección astuta e incluso ahorrativa para una noche de Oscar en tiempos de recesión".

EFE

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