La violencia vuelve a azotar a Irak

Al menos 46 personas han muerto hoy en un resurgimiento de la violencia en diferentes puntos de Irak. Entre los atentados más significativos está una bomba en una carretera de la provincia sureña de Dhi Qar que ha estallado al paso de un autobús y ha dejado 14 peregrinos de una familia muertos.

También en el sur, en Kut, miembros de la fuerza del clérigo chií, Moqtada Al Sadr, -quien anunció el mes pasado que había extendido el cese al fuego por otros seis meses- se han enfrentado con fuerzas de seguridad iraquíes, con un saldo de 14 muertos, según fuentes oficiales.

Según el Gobierno, la violencia ha caído en Irak en 60% desde junio pasado, pero los ataques de hoy resaltan cuan frágiles son los avances en seguridad en este convulsionado país.

Por otro lado, al menos cuatro personas murieron y otras cinco resultaron heridas en un ataque suicida contra un puesto de control, gestionado por policías y milicianos tribales, en Duloiya, a 90 kilómetros de Bagdad, han informado fuentes policiales.

Según las fuentes, entre los muertos hay un agente de policía y dos miembros de un Consejo de Salvación, milicias tribales que colaboran con las tropas estadounidenses e iraquíes en su lucha contra la red terrorista Al Qaeda. Las fuentes no descartaron que el número de víctimas pueda aumentar.

Por otro lado, en Yusefiya, 30 kilómetros al sur de la capital, un concejal del ayuntamiento murió y otros ocho resultaron heridos por el estallido de una carga explosiva en la sala de juntas del edificio, según fuentes policiales, que no dieron más datos sobre este ataque.

Asimismo, la explosión de un coche bomba cerca de la sede de la gobernación de Mahmudiya, 45 kilómetros al sur de Bagdad, dejó cinco muertos causó también varias víctimas, apuntaron fuentes policiales, que no precisaron su número.

En la capital, al menos tres agentes de policía y tres presos resultaron heridos en un ataque de un grupo armado a una cárcel situada en el barrio de Salam.