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La nueva mayoría del Senado chileno se estrena con la destitución de una ministra

Provoste, acusada de desorden administrativo, cayó por los votos de tránsfugas

El Gobierno de la Concertación que preside Chile sufrió el miércoles su mayor derrota política desde el reinicio de la democracia, en 1990, con la destitución de la hasta ahora ministra de Educación, Yasna Provoste. Así lo sentenció el Senado al aprobar por 20 votos contra 18 una acusación constitucional contra ella por no corregir irregularidades en la entrega de subvenciones escolares.

La nueva mayoría que predomina en el poder legislativo chileno, integrada por la derecha y parlamentarios tránsfugas de la coalición gobernante, hizo posible la victoria opositora, aunque sólo fue aprobada una de las cinco acusaciones contra Provoste, después del revuelo que provocó el desorden administrativo en la entrega de subvenciones escolares por un monto equivalente a 360 millones de euros.

Ésta es la primera acusación constitucional que se aprueba contra un ministro desde el Gobierno del presidente socialista Salvador Allende (1970-1973). El Ejecutivo que preside Bachelet anunció que hoy asumirá la cartera Mónica Jiménez, que ejercía como rectora de la Universidad Católica en Temuco.

Votos tránsfugas

Los votos de dos senadores que hasta el año pasado estaban en las filas oficialistas, Adolfo Zaldívar y Fernando Flores, inclinaron la balanza contra la ministra, una profesora de educación física y militante de la Democracia Cristiana (DC). Además de ser destituida, Provoste quedó inhabilitada para ejercer durante cinco años cargos públicos o de representación popular.

Al término de una agitada sesión de siete horas en Valparaíso, Provoste agitó un pañuelo blanco y la senadora democristiana Soledad Alvear la tomó de la mano cuando salían del Senado, mientras sus partidarios increpaban al presidente de la Cámara Alta y expulsado de la Democracia Cristiana (DC), Adolfo Zaldívar, con gritos de "¡traidor!", "saliste con los votos de Lagos".

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"Hoy ha ganado la nueva mayoría y ha perdido la razón y la justicia, pero por esa justicia seguiré trabajando todos los días de mi vida", afirmó Provoste. Durante la sesión en el Senado, al oir las acusaciones, la ministra se enjugó lágrimas en más de una ocasión.

El homenaje del Gabiente

Poco después la recibió en La Moneda la presidenta Bachelet, acompañada por todo el Gabinete y los subsecretarios, en un homenaje a su coraje. "Haré lo que sea necesario para que esta decisión del Senado no se transforme en un mal precedente", afirmó Bachelet, tras abrazar emocionada a Provoste.

La derrota oficialista refleja más el desgaste de la coalición oficialista y la pérdida de su mayoría parlamentaria, plasmada en los senadores y diputados que se han retirado de sus filas, y el predominio de una estrategia de desalojo por parte de la oposición, que un cambio en la correlación de fuerzas real, aseguran los analistas.

La acusación constitucional no concitó un respaldo mayoritario en la población, según una encuesta; de hecho, Bachelet ha subido en los sondeos de los últimos meses.

Tampoco los cargos contra la ministra fueron muy sólidos. En dos de los cinco, la abrumadora mayoría de los senadores de derecha votó en contra de acusaciones que presentaron diputados de sus filas. La investigación sobre las subvenciones escolares del órgano fiscalizador del Estado, la Contraloría, no ha encontrado huellas de corrupción —salvo de una funcionaria de menor jerarquía y por bajos montos—, sino de desorden administrativo.

Un Senado heterogéneo

La nueva mayoría en el Senado tiene una composición heterogénea que no garantiza su unidad en todos los campos. A los parlamentarios de una derecha que no ha sido capaz todavía de sacudirse del todo liderazgos que vienen de la dictadura, se suman Zaldívar, un crítico del modelo económico con ambiciones presidenciales y que en el pasado prefería una transición a la democracia con la derecha moderada que con los socialistas, y Flores, que fue ministro de Allende y prisionero político de la dictadura.

La Concertación encajó la derrota procurando mostrar cohesión en sus filas, en un año de elecciones municipales.

La DC, el partido mayoritario de la coalición gobernante de centroizquierda, abrirá un espacio de protagonismo a Provoste, que en los días previos a la votación del Senado iba a misa con frecuencia y sostuvo que los ataques en su contra eran una forma de discriminación, por su origen social de clase media y ancestros indígenas.

El Gobierno se ha esforzado en sacar ventaja de la derrota. El ministro portavoz de La Moneda, Francisco Vidal, sostuvo que la destitución "fue una derrota táctica, pero un gran triunfo estratégico", porque permitió conocer la "verdadera cara" de la derecha. "Vimos a la misma derecha de 1989 [último año de la dictadura de Pinochet]…, lo que ganó fue el avanzar sin transar de la derecha", afirmó.

AP

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