Sudán rompe relaciones diplomáticas con Chad por el ataque de los rebeldes en Darfur
El presidente sudanés, Omar Hassan al-Bashir, acusa a su homólogo Idriss Déby de respaldar los combates en un suburbio de Jartum
Sudán ha suspendido hoy sus relaciones diplomáticas con Chad después de un ataque contra su capital lanzado por rebeldes de la región de Darfur, que según dijo fue apoyado por el presidente chadiano,Idriss Déby. Los rebeldes se enfrentaron el sábado a las tropas sudanesas en un suburbio de Jartum, en un intento por llegar al poder.
Funcionarios sudaneses dijeron que el ataque fue controlado, pero ésta fue la primera vez en varias décadas de conflicto que los rebeldes sudaneses llevan su lucha hasta la capital. Las autoridades sudanesas han levantado hoy parcialmente un toque de queda impuesto ayer, pero dijeron que la medida aún se aplica para las afueras de la capital, en Omdurman, situado al oeste de Jartum, donde las tropas buscaban a rebeldes que deambulaban por las calles.
"Aquellas son básicamente todas fuerzas chadianas, apoyadas y preparadas por Chad y se trasladaron desde Chad bajo el mando de Jalil Ibrahim", ha dicho en la televisión estatal el presidente sudanés, Omar Hassan al-Bashir. "Suspenderemos nuestras relaciones diplomáticas con este régimen", ha agregado. Ibrahim es el líder rebelde del Movimiento por la Justicia y la Igualdad de Darfur (JEM), que atacó Omdurman, un suburbio localizado al otro lado del río Nilo, frente a Jartum. El asalto del sábado se produjo después de que el grupo avanzó desde Darfur a través de 600 kilómetros de desierto y matorrales.
El Gobierno de Chad ha reaccionado de inmediato, y ha lamentado la decisión del Gobierno sudanés. Asimismo, ha negado cualquier implicación en los combates registrados en las últimas horas en Jartum. "El Gobierno chadiano expresa su sorpresa ante la decisión del Gobierno sudanés de romper las relaciones diplomáticas bilaterales", dice un comunicado oficial, en el que Yamena califica lo
sucedido de "decisión precipitada".
Deby y Bashir firmaron un pacto de no agresión en marzo, en el que se comprometieron a no dejar que su territorio sea utilizado por rebeldes hostiles el uno al otro. Ambos Gobiernos se acusan mutuamente de haber violado el acuerdo.

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