China aplaza el paso de la antorcha olímpica por el epicentro del terremoto
El relevo de Sichuan se producirá justo antes de que empiecen los Juegos.- El último balance señala que hay 51.000 muertos
Los organizadores de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 han decidido retrasar hasta agosto el paso de la antorcha olímpica por Sichuan, epicentro del seísmo que ha matado a más de 51.000 personas, según el último balance ofrecido por el Gobierno chino.
El relevo de Sichuan (suroeste de China), cuyas etapas estaban previstas del 15 al 18 de junio, ha sido pospuesto hasta los días comprendidos entre el 3 y el 5 de agosto, justo antes de que el fuego olímpico llegue a Pekín, donde el 8 de agosto se inaugurarán los Juegos.
El recorrido de la antorcha se ha suspendido durante los últimos tres días, del 19 al 21 de mayo, en señal de duelo por el devastador seísmo del 12 de mayo en Sichuan, que ha afectado a más de 10 millones de residentes en la zona. El relevo se reanuda hoy en Ningbo, en la provincia oriental de Zhejiang.
El anuncio del aplazamiento se produce después de que las críticas de los ciudadanos aumentaran en la calle y en los foros de Internet por el enorme derroche de dinero y el tono festivo que supone el relevo olímpico y la celebración de los Juegos cuando China vive la peor catástrofe de los últimos 30 años.
?Víctimas tibetanas
El grupo activista Estudiantes por un Tíbet Libre, considerado considerado por el Gobierno chino como uno de los más radicales, ha pedido hoy al Comité Olímpico Internacional (COI) que cancele la etapa del recorrido de la antorcha por tierras tibetanas, en honor a las víctimas del seísmo, cuyo epicentro se produjo en la prefectura de Aba, de etnia tibetana.
"El desastre natural ha devastado tanto a tibetanos como a chinos, y el COI está amenazando con un nuevo desastre artificial en la forma de un relevo olímpico en el Tíbet, una tragedia evitable que va a complicar el sufrimiento de miles de tibetanos", señala este grupo en un comunicado.
Según los activistas, miles de tibetanos se enfrentan todavía a la "violenta represión" por parte de las autoridades chinas que siguió a las protestas del 14 de marzo en Lhasa (capital del Tíbet).
A pesar de la inusual transparencia informativa que el Gobierno chino, uno de los más censores del mundo, ha aplicado en sus comunicaciones sobre el seísmo, la prensa oficial no ha difundido las condolencias enviadas a las víctimas del seísmo por el Dalai Lama, el líder espiritual tibetano en el exilio.
