El líder opositor regresa a Zimbabue para la segunda vuelta electoral
Morgan Tsvangirai vuelve de Sudáfrica tras seis semanas fuera de su país por miedo a ser "eliminado".- Se enfrentará a Mugabe
El líder de la oposición de Zimbabue, Morgan Tsvangirai, ha regresado al país procedente de Sudáfrica, donde vivía desde poco después de las elecciones generales de marzo pasado, para encabezar la campaña electoral de la segunda vuelta de los comicios presidenciales.
Tsvangirai había anunciado su regreso para el fin de semana pasado, pero lo postergó porque, según denunció su partido, el Movimiento para el Cambio Democrático (MDC), existía un plan para asesinarlo. El gobierno del presidente zimbabuense, Robert Mugabe, ha rechazado tajantemente las aseveraciones del MDC tildándolas de "propaganda política".
A su llegada al aeropuerto internacional de Harare, Tsvangirai declinó hacer declaraciones a los medios de comunicación y, rodeado por sus guardaespaldas y miembros del partido, se retiró rápidamente de la terminal aeroportuaria en una caravana de tres automóviles. Al partir de Johannesburgo, el líder opositor se había manifestado, sin embargo, "muy seguro y feliz" de regresar a su país, pese a la supuesta conjura para eliminarlo.
La segunda vuelta de las presidenciales se realizará el 27 de junio próximo y en ellas Tsvangirai se enfrentará a Mugabe, en el poder desde 1980 y líder del partido gobernante -la Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico (Zanu-PF, en inglés)- que quedó en segundo lugar en los comicios del 29 de marzo.
Tsvangirai faltaba de Zimbabue desde el 8 de abril, cuando emprendió una iniciativa diplomática por África y algunos países europeos para presionar a Mugabe a entregar el poder debido a que, según el MDC y su líder, el presidente zimbabuense había perdido las elecciones.
Organizaciones internacionales defensoras de los derechos humanos, así como Estados Unidos, el Reino Unido -la antigua metrópoli colonial- y otros países europeos han denunciado la campaña de violencia e intimidación desatada por la ZANU-PF contra los seguidores de Tsvangirai y ponen en duda que la segunda vuelta pueda ser libre y justa.

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