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"La oposición sabe que no tiene el apoyo del pueblo"

Javier Lafuente

David Choquehuanca (1961), indio aimara, es ministro de Exteriores de Bolivia desde que Evo Morales ganó las elecciones en 2006. Antes, fue asesor del presidente y un reconocido activista indígena en su país. Un país que ahora se enfrenta a una profunda crisis política: por una parte, el desafío de siete (de nueve) provincias opositoras a Morales que aspiran a proclamar sus respectivos estatutos de autonomía, y, por otra, la convocatoria de un referéndum revocatorio, el próximo 10 de agosto, de los mandatos del presidente, vicepresidente y otros cargos.

Pregunta. ¿Qué balance hace de los tres años de Gobierno de Evo Morales en materia de política exterior?

Respuesta. Bolivia existe en el panorama internacional gracias al presidente indígena Evo Morales. Su participación en las cumbres, en las reuniones de organismos internacionales es esperada. La gente quiere saber qué opina del cambio climático o de política energética. Antes no había esa relación. Los presidentes viajaban a estos eventos y pasaban desapercibidos; eran uno más.

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P. ¿Qué ha cambiado?

R. La gestión de Evo Morales se diferencia de cualquier otra. Ahí está la lucha contra la corrupción, la recuperación de los recursos naturales o la defensa de los intereses de las mayorías y no sólo de unos cuantos. El presidente quiere construir la hermandad continental.

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P. ¿Cómo se logra esa hermandad? ¿Con disputas como la que tienen, por ejemplo, ahora con Perú?

R. En las relaciones entre hermanos siempre hay problemas. Ocurre en las familias, así que imagínese a nivel macro. Hemos tenido un momento complicado con Perú, pero gracias a la voluntad y a la historia común nos hemos puesto de acuerdo para seguir construyendo estos lazos de hermandad. Están surgiendo algunas dificultades en la negociación del Acuerdo de Asociación entre la Comunidad Andina (CAN) y la Unión Europea. No todos los países de la CAN abrazamos los mismos modelos económicos. Nosotros no estamos de acuerdo con los tratados de libre comercio; hemos sufrido los últimos 20 años un modelo neoliberal que nos ha llevado a la ruina. Perú ha alcanzado un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos. La normativa andina establece que los países de la CAN pueden firmar acuerdos si respetan la normativa andina. Tenemos que ver si es así. Si no, Perú puede ser objeto de demandas.

P. ¿Perjudica a Bolivia tener como principal aliado a Venezuela?

R. No vamos a categorizar quién apoya más o menos a Bolivia. La relación con Europa es muy importante; con España es estratégica. La cooperación, venga de donde venga, es aceptada. No vamos a renegar del acompañamiento de Cuba, Venezuela o Ecuador, aunque nos denominen el Eje del Mal. Con el apoyo de Cuba y Venezuela hemos conseguido que varios municipios se declaren libres de analfabetización. Es nuestra obligación agradecer y apoyar a los países que nos han ayudado.

P. ¿Qué piensa entonces cuando se critica la actitud populista de sus principales aliados?

R. Eso del Eje del Mal es cosa de los medios de comunicación. En algunos países de la región, hay presidentes que tienen menos del 15% de apoyo y más del 90% de la prensa. El presidente Morales tiene más del 60% de apoyo y el 90% de oposición de la prensa. Los que antes han sido ministros, embajadores, se han adjudicado ilegalmente propiedades de tierra. Son los latifundistas de hoy y también los dueños de los medios de comunicación. Y no están de acuerdo con este proceso de cambio porque les perjudica. Por eso manipulan la información.

P. ¿Qué va a ocurrir después del revocatorio de agosto?

R. Queremos autonomías, pero que estén en el marco legal, reconocidas por la Constitución Política del Estado. Ha sido su desesperación [de las provincias opositoras] la que les ha llevado a hacer consultas [sobre los estatutos de autonomía]. Han hecho lo que han querido y, sin embargo, la gente no ha ido a votar. En Santa Cruz hay un millón de registrados en el padrón; 400.000 fueron a votar [en el referéndum del 4 de mayo], 300.000 de ellos a favor del sí. En Pando hubo [1 de junio] un 50% de abstención. En Tarija [22 de junio] se demostró que había votado más gente de la que estaba inscrita en el censo: ¡un fraude! La oposición sabe perfectamente que no tiene el apoyo del pueblo.

P. ¿Pero cuál es la posición de su Gobierno?

R. Nosotros hemos aceptado su desafío. La oposición ha aprobado este referéndum revocatorio. Saben que van a ser revocados. Por eso ahora piden elecciones anticipadas; tienen miedo al pueblo. El presidente tiene un respaldo que nadie antes había alcanzado. Podíamos haber aprobado una ley que nos garantizase hegemonía, pero hemos decidido hacer una que garantice la participación de las minorías. Y esas minorías eran los partidos políticos que habían colapsado el país, que habían permitido la entrega de nuestras empresas estratégicas a las transnacionales, que habían permitido un saqueo sistemático de nuestros recursos naturales. Nuestra generación se revolvió y votó a un presidente indígena que iba a recuperar esos recursos. Es totalmente falso que los pueblos indígenas no apoyen al presidente. Incluso la clase media lo apoya. Necesitan estabilidad, certidumbre, y el presidente lo garantiza todo.

P. La inversión extranjera en Bolivia es de las más bajas de la región, ¿por qué?

R. Se están haciendo carreteras como nunca. No estamos contra la inversión extranjera; la necesitamos. Pero queremos una inversión con transferencia de tecnología que nos ayude a salir de la pobreza. Queremos socios, no patrones.

P. ¿La nacionalización de los hidrocarburos ahuyentó a las empresas?

R. Eso es falso. Todas las empresas se han quedado. Lo que ocurría era que los contratos que firmaron con los anteriores Gobiernos no los conocía el pueblo boliviano. Sólo lo sabían unas cuantas personas. Los nuevos contratos están en conocimiento de la opinión pública. Ahora hay más seguridad jurídica.

El ministro de Exteriores boliviano, David Choquehuanca, antes de la entrevista
El ministro de Exteriores boliviano, David Choquehuanca, antes de la entrevistaLuis sevillano

Las relaciones con EE UU, en entredicho

El embajador de Estados Unidos en Bolivia, Philip Goldberg, aseguró ayer que existen "problemas serios" en la relación con el Gobierno de Evo Morales, aunque mostró su disponibilidad a superarlos. Las declaraciones tendrían más significado si no fuese porque el próximo lunes, el secretario de Estado adjunto de Estados Unidos, Thomas Shannon, se reunirá con Morales.

"El presidente ha manifestado varias veces que es anticapitalista, antiimperialista, pero también que no es antinorteamericano", argumenta el ministro de Exteriores, David Choquehuanca. "Queremos pleno respeto, no intromisión o sometimiento. Estados Unidos va entendiendo que ya no somos esos Gobiernos de antes que les consultaban todo. Nosotros consultamos a nuestro pueblo. Somos un país pequeño pero digno. Exigimos respeto", añadió.

Uno de los objetivos de Bolivia, según Choquehuanca, es mejorar la cooperación, especialmente con la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo. No parece muy claro que lo vaya a conseguir con declaraciones como las que hizo el lunes el presidente Morales, que acusó a la Usaid de repartir dinero en Bolivia para "confundir a la población".

A finales de junio, funcionarios de la Usaid tuvieron que abandonar la provincia boliviana del Chapare, en el centro del país, ante las amenazas de expulsión de los cocaleros. El ministro de Exteriores minimiza este hecho: "Quieren imponer sus formas de trabajo y son expulsados, en algunos casos, violentamente. Los funcionarios de la Usaid han salido pacíficamente. Los compañeros no estaban de acuerdo en que hiciesen trabajo político y se han hecho respetar de manera soberana".

"Somos nosotros", recalca el ministro, "los que tenemos que decidir qué modelo de desarrollo y de sociedad queremos construir. Bienvenidas sean las instituciones que vengan y que nos ayuden a conseguir lo que nosotros hemos decidido. No vamos a aceptar instituciones que vengan a obstaculizar nuestro desarrollo".

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Sobre la firma

Javier Lafuente
Es subdirector de América. Desde 2015 trabaja en la región, donde ha sido corresponsal en Colombia, cubriendo el proceso de paz; Venezuela y la Región Andina y, posteriormente, en México y Centroamérica. Previamente trabajó en las secciones de Deportes y Cierre del diario.

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