Dolly pierde intensidad y pasa a ser una depresión tropical
La intensas lluvias todavía azotan el sur de Tejas (EEUU) y el noroeste de México .- George W. Bush, ha declarado la zona estadounidense afectada de "desastre mayor" y ha ordenado el envío de ayuda federal
La tormenta Dolly sigue perdiendo intensidad a medida que avanza en territorio estadounidense y se ha degradado a depresión tropical en las últimas horas de este jueves. Los vientos máximos de Dolly son ahora ya de 55 kilómetros por hora aunque las intensas lluvias siguen azotando grandes áreas del sur de Tejas y del noroeste de México. El Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos ha informado que en las próximas horas la tormenta se debilitará aún más y que Dolly se disipará completamente el viernes.
El vórtice de la depresión tropical se hallaba localizado a las 23.00 (hora peninsualr espñola) cerca de la latitud 28,2 grados norte y de la longitud 100,6 grados oeste, a unos 55 kilómetros al sur del paso Eagle, en Tejas. Se desplaza hacia el oeste-noroeste a 23 kilómetros por hora y se pronostica que continuará con este movimiento de traslación durante las próximas 24 horas, según el último boletín del CNH.
Dos muertos y tres desparecidos
Dolly tocó tierra el miércoles en South Padre Island, en el extremo sur de Tejas, como huracán de categoría dos en la escala de intensidad Saffir-Simpson, de un máximo de cinco, con vientos máximos sostenidos de 160 kilómetros por hora. A su paso por el sur de este Estado y el noreste de México causó dos muertos y tres desaparecidos, además de severas inundaciones por las torrenciales lluvias que ha arrojado en la zona. El presidente de EEUU, George W. Bush, declaró este jueves la zona de "desastre mayor" y ordenó el envío de ayuda federal.
Dolly ha sido el segundo huracán de la temporada del Atlántico de 2008 y el primero que impacta las costas de EE UU este año. El primer ciclón fue Bertha, que llegó a convertirse en un poderoso huracán de categoría tres, pero no amenazó zonas pobladas.
Los meteorólogos estadounidenses han vaticinado que la temporada, que se inició el 1 de junio y se prolonga hasta el 30 de noviembre, será "ligeramente más activa" de lo normal, con la formación de entre seis y nueve huracanes y de 12 a 16 tormentas tropicales.
