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Gordon Brown quiere "seguir trabajando" pese a la derrota electoral en Glasgow

El Partido Laborista pierde unos comicios parlamentarios cruciales que cuestionan el liderazgo del primer ministro.- La oposición pide elecciones anticipadas

El primer ministro británico, Gordon Brown, ha asegurado que su intención es "seguir trabajando" tras sufrir una derrota electoral en su tierra natal, Escocia, donde los nacionalistas han arrebatado a los laboristas uno de sus feudos tradicionales, Glasgow East.

"Mi principal foco de atención está en llevar al país a través de estos difíciles momentos", ha dicho el primer ministro a los periodistas durante una visita a West Midlands, centro inglés. El primer ministro no hizo caso así al nuevo llamamiento del líder conservador, David Cameron, para que convoque elecciones generales tras este nuevo revés electoral, ni a los rumores sobre cuestionarle como líder del laborismo. Brown ha insistido en que su Gobierno estaba abordando las preocupaciones de los ciudadanos, como los altos precios del petróleo y los alimentos.

"Estamos examinando todo lo que podemos hacer de forma que, en lo que es un problema mundial, podamos en el Reino Unido ayudar a los ciudadanos en estos difíciles momentos", ha señalado.

Los nacionalistas del ministro principal de Escocia, Alex Salmond, arrebataron esta pasada noche al partido de Brown esa circunscripción, a pesar de que los laboristas gozaban allí de una amplia mayoría y de que Glasgow East lleva enviando diputados laboristas al Parlamento de Westminster desde hace casi 70 años. Los comicios se han celebrado para elegir el sustituto del laborista David Marshall, quien decidió dimitir por motivos de salud.

Según los resultados conocidos hoy, el Partido Nacionalista Escocés (SNP, en sus siglas inglesas) logró darle la vuelta a la ventaja de 13.507 votos que contaban los laboristas para vencer, por 365 votos, en la elección parcial celebrada este jueves en Glasgow East. Con una participación del 42,25%, inferior al 48% de la pasada votación, los nacionalistas escoceses consiguieron 11.277 votos frente a los 10.912 de los laboristas.

El resultado adverso para el partido del primer ministro supone, según los analistas políticos, no sólo un "terremoto político" en el Reino Unido, sino un voto de castigo para Brown y su Gobierno, que puede ser crucial para el futuro político del líder laborista, que va en caída libre en las encuestas.

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