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Mugabe aplaza las negociaciones con la oposición por falta de acuerdo

Se espera que las conversaciones para repartir el poder en Zimbabue se reanuden este lunes

Después de más de 14 horas de conversaciones, el presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, ha asegurado esta mañana (hora española) que la reunión mantenida anoche con la oposición se centró en los "pequeños obstáculos" que separan a ambas facciones de lograr un acuerdo de consenso. Sin embargo, Mugabe ha reconocido que "no se habían dado demasiados progresos" en la reunión mantenida con la mediación del presidente sudafricano, Thabo Mbeki.

En la primera jornada de las negociaciones, Mugabe y los representantes del Movimiento para el Cambio Democrático (MDC por sus siglas en inglés) no han conseguido alcanzar un acuerdo por lo que han decidido retomar las conversaciones esta tarde (hora española). Antes de volver a la mesa de negociaciones, el presidente Mugabe ha advertido a la oposición de que el país "no está en venta".

En un discurso con motivo del Día de los Héroes, que se celebra hoy en Zimbaue, el mandatario, que ha tratado de identificar a la oposición y en especial a su líder, Morgan Tsvangirai con intereses del Reino Unido, la antigua potencia colonial, ha recalcado que el país "nunca volverá a ser una colonia".

Las consecuencias de un acuerdo

La comunidad internacional estaba expectante ante la posibilidad de que hoy se firmara en Zimbabue un acuerdo para compartir el poder con la oposición tras más de dos semanas de conversaciones que buscan poner fin a la crisis generada a raíz de las elecciones.

El partido ZANU-PF de Mugabe quiere un Gobierno de unidad que dure cinco años y podría acordar que el líder opositor del Movimiento por el Cambio Democrático, Morgan Tsvangirai, sea el primer ministro, aunque sus poderes todavía están sujetos a discusión.

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Un acuerdo significaría la supervivencia de Mugabe tras las turbulentas elecciones, pero, a su vez, supondría una pérdida de poder importante que hasta ahora le había permitido gobernar con mano de hierro. Tanto los zimbabuenses como los países vecinos esperan que este acuerdo ponga fin a años de confusión política y reavive una economía colapsada, que ha obligado a millones de habitantes a desplazarse fuera de sus fronteras.

AFP

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