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Los países del ALBA pretenden crear un "espacio liberado del dólar"

Hugo Chávez y Rafael Correa abogan por una zona monetaria común

Si fuese voluntad de los presidentes de Venezuela y Ecuador, Hugo Chávez y Rafael Correa, hoy mismo comenzaría a funcionar en América Latina una "zona monetaria común". Ésa fue la propuesta que llevaron ambos presidentes a sus colegas de los países miembros de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), en una cumbre extraordinaria que mantuvieron ayer en Caracas para buscar soluciones a la crisis financiera mundial. Pero el consenso que obtuvieron de sus socios de Honduras, Nicaragua, Bolivia, Cuba y Dominica, fue trabajar un poco más en los detalles técnicos del proyecto para establecer más adelante un "espacio liberado del dólar".

"Ya basta del libre mercado", dijo el presidente venezolano al resto de mandatarios reunidos en el Palacio de Miraflores. "¿Quién puede negarnos a países como nosotros crear una moneda común? Basta una decisión política. Es el momento de crear una zona monetaria del ALBA, una cámara de compensación, rumbo a un banco central que nos agrupe", insistió Chávez.

Horas antes, el presidente venezolano había discutido con su homólogo ecuatoriano, Rafael Correa -que asistía a la cumbre en calidad de observador-, los mecanismos que darían sustento a su idea. Según explicó Correa más tarde, la zona monetaria común debería contar con tres pilares fundamentales: un banco de desarrollo regional, similar al Banco del Sur ideado sin éxito por Chávez; un fondo de reserva regional, donde se depositarían todas las reservas internacionales de los países miembros del ALBA, y una moneda contable, que serviría como mecanismo de compensación de las operaciones comerciales entre los países miembros. Sería la antesala a la creación de una moneda física similar al euro. "Esto podemos empezarlo mañana; es cuestión de decisión política", argumentó Correa.

Reunión en diciembre

La vehemencia puesta por Chávez y Correa en sus discursos, sin embargo, no fue suficiente para lograr la aprobación de este sistema. Lo que se aprobó fue avanzar en los aspectos técnicos, con ayuda de una comisión internacional creada para tales fines, y discutir el punto nuevamente en una reunión conjunta entre los países del ALBA y Petrocaribe, que se realizará en Caracas el próximo 14 de diciembre. Las conclusiones de este encuentro serían discutidas luego en la Cumbre de América Latina sobre Integración y Desarrollo, que se celebrará en Salvador de Bahía (Brasil) entre el 16 y 17 de diciembre. Y para cuando finalmente llegue el día de la liberación definitiva de la dependencia del dólar, Chávez ya tiene el nombre de la nueva moneda: el sucre, cuyas siglas significarán Sistema Unitario de Compensación Regional.

A la III Cumbre Extraordinaria de los Países del ALBA asistieron los presidentes Daniel Ortega, de Nicaragua; Evo Morales, de Bolivia; Manuel Zelaya, de Honduras; Roosvelt Skerrit, de Dominica, y el vicepresidente del Consejo de ministros de Cuba, Ricardo Cabrisas. Además de discutir asuntos económicos, los mandatarios aprovecharon la oportunidad para buscar solidaridad política en otros temas: Rafael Correa pidió apoyo en su decisión de no pagar la deuda externa ecuatoriana; Daniel Ortega denunció los planes conspirativos del "imperio" con sus denuncias de fraude electoral, y Hugo Chávez dijo, una vez más, que fue su partido el gran ganador de las recientes elecciones regionales de su país.

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"Vamos todos allí y que nadie nos mande callar", había dicho Chávez horas antes de la reunión, con el propósito de que su mensaje se escuchase en el mundo entero. "Muchos países poderosos del mundo no nos quieren oír, no quieren ni vernos porque saben que no vamos a quedarnos callados", insistió.

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