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Un alud causa al menos 34 muertes en Guatemala

Hay decenas de desaparecidos y pocas esperanzas de hallar supervivientes

Al menos 34 personas han fallecido y decenas están desaparecidas por un alud en el norte de Guatemala, que el domingo sepultó un tramo de 1,5 kilómetros de un camino de tierra que une las comunidades de Chicamán (Quiché) y San Cristóbal (Alta Verapaz). Los equipos de socorro continuaban ayer la búsqueda de más cuerpos y tenían escasas esperanzas de encontrar supervivientes, tras rescatar con vida a 21 personas.

Temblores y nuevos deslizamientos de tierra dificultaban ayer las labores de rescate de los socorristas, bomberos y miembros de la Cruz Roja, a quienes se sumó el Ejército, que trabajaba para habilitar una vía de acceso y evacuación.

La carretera había sido declarada intransitable desde el pasado 14 de diciembre, cuando otro derrumbe mató a dos personas y dejó a tres más en calidad de desaparecidos. Así lo confirmó ayer el presidente de Guatemala, Álvaro Colom, quien hizo un llamamiento a la población para que no ignore las prohibiciones y advertencias en zonas de alto riesgo. "Esa carretera estaba clausurada. Lamentablemente los muchachos no hicieron caso de la prohibición y, desobedeciendo a las autoridades, siguieron adelante", dijo Colom.

En el mismo sentido se pronunció, desde el lugar de la tragedia, Sergio Cabañas, representante de la Coordinadora Nacional de Prevención de Desastres (Conred), quien citando a testigos del hecho informó de que el chófer de un camión que llevaba a 52 jornaleros "buscó rutas alternas para evitar los túmulos de la carretera, cerrada al tráfico por el inminente peligro de un derrumbe".

Ayer no se sabía con exactitud el número de personas que circulaban por el sector, al parecer todos campesinos que se dirigían hacia una finca de Petén a trabajar como jornaleros. Según la mayoría de las versiones, entre 120 y 130 personas viajaban en camiones que para llegar a su destino desobedecieron la prohibición de circular por el sector.

Edín Coy, miembro de los equipos de rescate, declaró a medios locales que la violencia del derrumbe fue de tal magnitud que los cuerpos rescatados están irreconocibles. "Muchos están decapitados. En otros casos sólo encontramos miembros dispersos", dijo a la radio local Emisoras Unidas. Entretanto, Elvia Coy, portavoz de los bomberos voluntarios de San Cristóbal Verapaz, en cuya jurisdicción ocurrió la tragedia, confirmó telefónicamente a EL PAÍS que ayer hasta el mediodía (hora local) se habían rescatado 14 cuerpos, "pero las labores de búsqueda continuarán mientras la luz del día y la seguridad de nuestros socorristas así lo permitan".

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