El Supremo ruso ordena investigar de nuevo el caso Politkóvskaya

El Tribunal Supremo de Rusia ha atendido el recurso presentado por la familia de la periodista Anna Politkóvskaya, brutalmente asesinada en otoño de 2006, y ha ordenado devolver el caso a la fiscalía. Esto significa que el nuevo juicio que había comenzado a principios de agosto contra los acusados que ya habían sido declarados inocentes queda ahora suspendido. La fiscalía deberá realizar una nueva investigación y unificar el caso contra los hermanos Ibrahim y Dzhabriel Majmúdov y el policía Serguéi Jadzhikurbánov con el del presunto asesino, Rustam Majmúdov, y el de quienes encargaron el asesinato, cuyas identidades aún no han sido determinadas.

Lo que los familiares de Politkóvskaya pedían era una nueva investigación para encontrar tanto a los ejecutores del crimen como a sus organizadores reales. Ellos estuvieron de acuerdo con el veredicto absolutorio de junio de 2008, pero la fiscalía insistió, basándose en recovecos jurídicos, en que había que anular el primer juicio y realizar un nuevo contra los mismos acusados y con las mismas pruebas. Ese era el juicio que el mes pasado había comenzado contra toda lógica, porque no se veía cómo podría la fiscalía obtener una sentencia condenatoria, cuando no habían logrado probar absolutamente nada y en este lapso no había surgido ninguna circunstancia nueva.

La acusación sufrió un desastroso fracaso, pues no logró probar que Jadzhikurbánov, el supuesto organizador del grupo, siquiera conocía en otoño de 2006 a los hermanos Majmúdov; ni tampoco que la pistola de la que salieron las tres balas que acabaron con la vida de la periodista había sido comprada por aquél y dada al sicario; ni que el coche presuntamente usado por los asesinos hubiera sido conducido por alguno de los acusados antes de diciembre de 2006.

Los activistas de derechos humanos explicaban la insistencia de la fiscalía en realizar un nuevo juicio con los mismos acusados por el deseo de inculparlos y así poder cerrar el caso y evitar que se descrubriera a los que realmente estuvieron detrás del asesinato de Politkóvkaya.

Muchos han apuntado a que el responsable de la muerte de la periodista crítica con el Kremlin podría ser el presidente de Chechenia, Ramzán Kadírov. De él, Politkóvskaya había dicho que era un criminal y que soñaba con verlo en el banquillo de los acusados.

Defensores de derechos humanos también han responsabilizado a Kadírov por otras muertes, particularmente por la de de Natalia Estemírova, jefa de la organización Memorial en esa república norcaucásica, ocurrido en julio pasado. Vladímir Orlov, presidente de Memorial, acusó directamente al líder checheno por el asesinato de Estemírova.

Kadírov se querelló ante los tribunales por calumnia, pero precisamente hoy se ha anunciado que por ahora no habrá juicio contra Orlov por haberse denegado, de momento, la apertura de la causa debido a tecnicismos, particularmente, a que Memorial estaría registrado como un medio de información. Una vez que se averigüe si ello es realmente así, se podrá decidir sobre la esencia del asunto, explicó el abogado de Kadírov, Andréi Kasnenkov.